de/di Aurora Luque
(trad. Marcela Filippi)
Arena entre los dedos de los pies.
No sabíamos nada de nudos ni de remos.
Aprendimos tareas de aparejo
en las finas arenas del Nilo, frente al mar.
De todas las desgracias
elegimos al menos la más noble,
la de huir libremente.
Viajamos, como Ío,
huyendo de los lechos donde Eros
sembró tábanos, celos, asfixia, propietarios.
La nave es nuestra ágora flotante.
Navegamos en busca de ciudad.
–¿Una ciudad buscáis?
–Oh, sí, la deseamos. Podemos construirla.
Sabemos cómo alzar
los altares. A Atenea naviera
con nuestros labios libres
le rezamos en Rodas.
No crezcan en las casas
cuevas de rudos cíclopes.
Ansiamos buscar fuentes
en las entrañas limpias de la tierra.
Los huertos no los riegue
la sangre del dios Ares.
Sabbia tra le dita dei piedi.
Non sapevamo nulla di nodi né di remi.
Imparammo il compito di issare
sulle fini sabbie del Nilo, di fronte al mare.
Di tutte le disgrazie
scegliemmo almeno la più nobile,
quella di fuggire liberamente.
Viaggiammo, come Io,
in fuga dagli alvei dove Eros
seminò tafani, gelosia, asfissia, padroni.
La nave è la nostra agorà galleggiante.
Navigammo alla ricerca di città.
–Una città cercate?
–Oh sì, la desideriamo. Possiamo costruirla.
Sappiamo come innalzare
gli altari. Ad Atena navale
con le nostre labbra libere
la preghiamo a Rodi.
Non crescano nelle case
grotte di rudi ciclopi.
Bramiamo cercare fonti
nelle limpide viscere della terra.
Gli orti non li annaffi
il sangue del dio Ares.
(Del libro Gavieras. XXXII Premio Loewe. Loewe Fundación. Colección Visor de Poesía. Madrid 2020)
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