mercoledì 31 marzo 2021

SAN JUAN DE LA CRUZ MIRA SUS MANOS/SAN JUAN DE LA CRUZ GUARDA LE SUE MANI

de/di Santos Domínguez Ramos

(trad. Marcela Filippi)


Y sin embargo, valles,

cimas secretas, claras azucenas,

cavernas de la piedra vespertina,

te ignoran como el viento a los azores.


Te mirarás las manos

y las verás desnudas de adjetivos,

crispadas para siempre, torturadas

por una eterna ausencia indiferente.



Eppure, valli,

cime segrete, lucenti gigli,

caverne dalla pietra vespertina,

ti ignorano come fa il vento con gli astori.


Ti guarderai le mani

e le vedrai nude di aggettivi,

irrigidite per sempre, torturate

da un'eterna assenza indifferente.


                                                                                                                 (de Pórtico de la memoria)

domenica 28 marzo 2021

BALTHUS

de/di Juan Carlos Mestre

(trad. Marcela Filippi)


Es imposible encerrarse con el Marido de la Noche

cuando la música de los pasatiempos abandona el cuento de Balthus 

y el enfermero se encoge de hombros.

Difícilmente sentiré vergüenza:

He puesto mis manos sobre el consejo

y la amenaza de su justicia se ha convertido en mi compañera.

Un hombre venerable es un escarmiento que no se debería repetir. 

Según los sacerdotes, herederos del somier y la medicina de la sal, 

los rudimentos del jabalí evolucionan libremente

siguiendo un plan trazado por el infortunio del herrero 

y el empañado cerebro de la golondrina marina.

La felicidad será el día siguiente:

El coche con un domador espera a la puerta.

Y mi noble amor habla con lo que empieza a dormirse.


Huele a espejo en lo que empieza a dormirse: 

Un púber, sinónimo de adolescente,

también pueden elegir entre núbil, joven o mozo,

que enfermo de malaria orina zafiro sobre un cuadro de Balthus, 

ese lugar donde los fanfarrones sacan sus pies por debajo de la infancia

para congraciarse con los profesionales del contratiempo. 

Y mi noble amor habla con lo que empieza a dormirse.


Suponiendo que lo que vemos en Balthus no sea el propio paisaje de Balthus,

sino una rodilla con forma de montaña a la que se acerca el animalito burgués,

cualquiera de las excusas de un gato que abandona el platillo de leche

para lamer las cerezas de la condesa Klossowska de Rola,

conocida como Setsuko entre los alpinistas que merodean el chalet, 

ha de ser considerada una estratagema del carnicero de armiños 

con destino al baile de los populares abrigos surrealistas.

Aunque de lo dicho se podrían deducir dos hipótesis, 

una relacionada con las gardenias japonesas,

otra con el silencio anulado por la música de Mozart,

ninguna de las dos va más allá que un cangrejo con ojos azules. 

Y mi noble amor habla con lo que empieza a dormirse.


La ambigüedad de los exhaustos arriesga en cada visión 

una vida destinada a las carnestolendas de los museos,

gente como Sharon Stone o el barón Philippe de Rothschild 

jugando sobre las alfombras de genciana con el perro del collar rojo.

Un hombre impecablemente vestido entra en la casa de Giacometti,

lleva un tablón blanco y las mujercitas familiarizadas con la mortaja,

los ojos abiertos como medicinales kimonos, 

cruzarán las piernas digamos que para rezar.


Y mi noble amor habla con lo que empieza a dormirse.


Nada se sabe y conviene no saberlo de cuánto ha de durar la vida, 

los corazones rubios suben los peldaños de dos en dos,

las baronesas cargan los fusiles con mayonesa para defenderse de la guillotina

y mi noble amor habla con lo que empieza a dormirse.



È impossibile rinchiudersi col Marito della Notte

quando la musica dei passatempi abbandona il racconto di Balthus

e l'infermiere alza le spalle.

Difficilmente proverò vergogna:

ho messo le mie mani sul consiglio

e la minaccia della sua giustizia è diventata la mia compagna.

Un uomo vulnerabile è una punizione che non dovrebbe ripetersi.

Secondo i sacerdoti, eredi del giaciglio e della medicina del sale,

i rudimenti del cinghiale evolvono liberamente

seguendo un piano tracciato dall'infortunio del ferraio

e dall'appannato cervello della rondine di mare.

La felicità sarà il giorno seguente:

l'auto con un domatore attende alla porta.

E il mio nobile amore parla con ciò che inizia ad addormentarsi.


Sa di specchio ciò in cui inizia ad addormentarsi:

un pubescente, sinonimo di adolescente,

possono anche scegliere tra nubile, giovane o fanciullo,

che malato di malaria urina zaffiro su un dipinto di Balthus,

quel luogo dove i fanfaroni mettono avanti i piedi al di sotto dell'infanzia

per ingraziarsi i professionisti del contrattempo.

E il mio nobile amore parla con ciò che inizia ad addormentarsi.


Supponendo che ciò che vediamo in Balthus non sia il paesaggio di Balthus,

ma un ginocchio a forma di montagna a cui si avvicina l'animaletto borghese,

qualsiasi delle scuse di un gatto che abbandona il piattino del latte

per leccare le ciliegie della contessa Klossowska de Rola,

nota come Setsuko tra gli alpinisti che si aggirano per lo chalet,

deve essere considerato uno stratagemma del macellaio di ermellini

diretto al ballo dei popolari soprabiti surrealisti.

Sebbene da quanto detto si possano dedurre due ipotesi,

una relazionata con le gardenie giapponesi,

un'altra con il silenzio annullato dalla musica di Mozart,

nessuna delle due va al di là di un granchio con gli occhi azzurri.

E il mio nobile amore parla con ciò che inizia ad addormentarsi.


L'ambiguità degli esausti rischia in ogni visione 

una vita destinata alle carnevalate dei musei,

gente come Sharon Stone o il barone Philippe de Rothschild

giocando sui tappeti di genziana con il cane dal collare rosso.

Un uomo impeccabilmente vestito entra nella casa di Giacometti,

porta una tavola bianca e le donnine che hanno familiarità col sudario,

gli occhi aperti come kimoni medicinali,

incroceranno le gambe diciamo per pregare.


E il mio nobile amore parla con ciò che inizia ad addormentarsi.


Nulla si sa ed è conveniente non saperlo su quanto durerà la vita,

i cuori biondi salgono i gradini due alla volta,

le baronesse caricano i fucili con maionese per difendersi dalla ghigliottina

e il mio nobile amore parla con ciò che inizia ad addormentarsi.


                                                                                                         (de La bicicleta del panadero, 2012)

CON EL ABUELO/CON IL NONNO

 Questa traduzione, di un testo autobiografico del Prof. Freddy Castillo Castellanos (Barquisimeto, 27/03/1950-12/12/2020), la dedico alla memoria di chi è stato per me un amico-maestro, al quale devo tanto. I suoi consigli sono stati così importanti che hanno contribuito ad arricchire e a migliorare la mia espressione nella traduzione:"approfondisci e verifica le fonti, studia sempre, leggi e rileggi, a voce alta. Tieniti lontana dal narcisismo, dalla vanità e dall'ego, solo così potrai concentrarti al meglio nella tua professione. Dubita anche delle certezze, leggi sempre di più...!" era solito dirmi. Il suo affetto e la sua fiducia, che per me sono stati un dono prezioso, lo hanno spinto a consegnarmi testi autobiografici, come questo, insieme a poesie e altro. Poiché sono consapevole che chi  dedica tutta la sua vita alla scrittura -la considera una sorta di culto religioso; la cura e la tratta con sacralità- mi sento maggiormente onorata per aver ricevuto questo lascito. 


En caravana los recuerdos pasan, como el tango. Pasan esta vez de la mano de mi abuelo, el único que llegué a conocer: el materno. Ocurrió que anoche vino a mi memoria una práctica suya en los últimos años de su vida, cuando tuve la fortuna de que permaneciera por varios meses en mi casa de la 17, bajo el cuidado de mi madre. 

Además de leer durante casi todo la mañana la edición completa (o casi) del diario El Impulso, se devoraba antes un pequeño matutino que había comenzado a circular por los años finales de los sesenta.  Un querido amigo y vecino, que se venía de Caracas, al igual que yo, a pasar vacaciones en Barquisimeto afirmó desde entonces que mi abuelo era “el único lector de El Informador que había en la ciudad”. Y añadió este pedimento: “Como no se limita a los titulares ni a las principales noticias y lo lee todo, merece que le regalen la suscripción”.  

La imagen de mi abuelo con el diario en la mano, así como la frase exagerada de Ramón Guillermo Aveledo, aparecieron anoche ante una pregunta que me hice: “¿Hablé alguna vez con mi abuelo de política?”. Creo que no. 

Mi abuelo se llamaba José Rafael Castellanos Colmenares y era natural de El Tocuyo, donde vivió hasta 1950. Ese año se vino a Barquisimeto como damnificado del terremoto y de sus terribles heridas culturales abiertas todavía. Había nacido en la penúltima década del siglo XIX y durante buena parte de su vida ejerció como tenedor de libros comerciales. De joven tuvo algunas veleidades escriturales que compartió con un amigo. Éste firmaba con el nombre de “Torres Blanca”, mientras él lo hacía con las iniciales de sus  nombres de pila,  antepuestas al apellido Castilla. Así, fue “J. R. Castillla” en las modestas publicaciones tocuyanas que hizo junto con su compañero Torrealba. Alternaba los versos con la guitarra. Amaba a Rubén Darío y leía a su paisano Bartolomé Losada, padre de los poetas Hedilio y Alcides. Que yo sepa, no se conserva texto alguno de esos entretenimientos literarios, que sólo supe por él y por Óscar, el más memorioso de todos mis tíos.

¿Pero, escuché alguna vez a mi abuelo hablar de política? Creo que no. Y no es que el tema le fuese indiferente. En la época de la dictadura de Gómez le dio apoyo y protección a su hermano menor, el poeta Antonio Castellanos, quien sí fue un político activo y figura destacada en las luchas que en Barquisimeto se libraron en pro de la democracia, a partir de la muerte del tirano. En 1946 debió votar con fraternal (o paternal) orgullo para escoger a su hermano Toño como diputado larense ante la legendaria Asamblea Constituyente que presidió el poeta Andrés Eloy Blanco y que produjo la Constitución que sirvió de marco a nuestras primeras elecciones presidenciales directas y universales, que Venezuela aprovechó para darse el lustre de elegir a su máximo novelista: Rómulo Gallegos, quien nueve meses después fue violentamente sacada de la presidencia por unos militares. Como ha recordado el poeta Rafael Cadenas, esos militares “derrocaron a Rómulo Gallegos sin avergonzarse”. Estoy seguro de que mi abuelo, que votó por Gallegos, lamentó con su serenidad de siempre ese duro golpe a la naciente democracia. Once años después, votaría por Betancourt. Pero de esto nunca hablamos. Lo sé por mi madre y por mi tío Óscar, cronistas como fueron de los silenciosos gestos de mi abuelo.

Mis conversaciones seguidas con él, en los tiempos en que era “el único lector de El Informador” (único lector de todas sus páginas, seguro), se limitaban a las anécdotas o a los comentarios acerca de algunos nombres que aparecían en el periódico. Recuerdo que le agradaba leer el nombre de una periodista de origen tocuyano, vinculada a la familia de comerciantes para quien él trabajó como contabilista mucho tiempo. Por esos años mi abuelo ya era un sordo consumado, pero un sordo que nos dispensaba la permanente cortesía de hablar pasito. Nos acercábamos a su oído menos dañado y se iniciaba un diálogo amable y lleno de humor, con anécdotas en las que nadie era zaherido ni maltratado. Una especie de alegría de la memoria lo acompañaba siempre. Lo acompañó hasta el último momento. Tuve la suerte de despedirme de él. Me acerqué a su lecho de enfermo, a finales de agosto de 1973. Me reconoció y me dijo, lúcido: “Estoy yéndome”. Le di un abrazo y me sonrió. Murió  a los tres días: el 2 de septiembre. 

Otra imagen suya que retomé hace unas horas, fue la que un amigo captó en el año 1971, durante una Semana Santa. Marianito Álvarez estaba pasando esos días en mi casa. Después de su infaltable (“inmancable” diría mi abuelo) jugo de naranja, Mariano salió conmigo a comprar cigarros. Cuando regresamos, vio a un anciano elegante, de traje oscuro, encorbatado, que salía de mi casa, erguido y firme. 

-“¿A dónde va, abuelo? 

-“Voy a orar” fue la respuesta.

Mariano estuvo repitiendo la escena por varios días en Caracas. 

Hoy, en medio de esta catástrofe que vivimos, le pido a mi abuelo que siga orando por nosotros. Su hermosa sonrisa volverá un día de estos.
--
Pido se me dispense esta bagatela. Me gustaría darle a la palabra "bagatela" el sentido musical que le habrían otorgado J.R. Castilla y Torres Blanca. Se lo doy. Tal vez la merezca.




Passano in carovana i ricordi, come il tango. Passano questa volta per mano di mio nonno, l'unico che sono riuscito a conoscere: quello materno. È accaduto che la notte scorsa mi è venuta in mente una sua pratica negli ultimi anni della sua vita, quando ho avuto la fortuna che rimanesse per diversi mesi a casa mia presso la 17*, sotto le cure di mia madre.

Oltre a leggere di mattina l'edizione completa (o quasi) del quotidiano El Impulso, divorava prima un piccolo giornale mattutino che aveva cominciato a circolare alla fine degli anni sessanta. Un caro amico e vicino, che veniva da Caracas, come me, per trascorrere le vacanze a Barquisimeto, affermò da allora che mio nonno era "l'unico lettore che c'era in città, di El Informador". E aggiunse questa richiesta: "Poiché non si limita ai titoli o alle principali notizie e legge tutto, merita che gli sia dato in regalo l'abbonamento".

L'immagine di mio nonno con il giornale in mano, così come la frase esagerata di Ramón Guillermo Aveledo, sono apparse ieri sera quando mi sono chiesto: "Ho mai parlato con mio nonno di politica?" Credo di no.

Mio nonno si chiamava José Rafael Castellanos Colmenares ed era originario di El Tocuyo, dove visse fino al 1950. Quell'anno arrivò a Barquisimeto in quanto vittima del terremoto e delle sue terribili ferite culturali, ancora aperte. Era nato nel penultimo decennio del XIX secolo e per gran parte della sua vita aveva lavorato come contabile commerciale. Da giovane aveva avuto alcune velleità scritturali che condivideva con un amico. Quest'ultimo firmava con il nome di "Torres Blanca", mentre lui lo faceva con le iniziali dei suoi nomi di battesimo, anteposte al cognome Castilla. Quindi, fu "J. R. Castillla ”nelle modeste pubblicazioni di Tocuyan che realizzò insieme al suo compagno Torrealba. Alternava i versi con la chitarra. Amava Rubén Darío e leggeva al suo paesano Bartolomé Losada, padre dei poeti Hedilio e Alcides. Che io sappia, non si conserva nessun testo di quegli intrattenimenti letterari, dei quali ho appreso soltanto da lui e da Oscar, il più memorioso di tutti i miei zii.

Ma ho mai sentito mio nonno parlare di politica? Credo di no. E non era che l'argomento gli fosse indifferente. Al tempo della dittatura di Gómez, diede sostegno e protezione al fratello minore, il poeta Antonio Castellanos, il quale, sì, fu un politico attivo e una figura di primo piano nelle lotte che si combattevano a Barquisimeto per la democrazia, a partire dalla morte del tiranno . Nel 1946 deve aver votato con orgoglio fraterno (o paterno) per scegliere suo fratello Toño come deputato Larense (dello stato di Lara) dinanzi alla leggendaria Assemblea Costituente presieduta dal poeta Andrés Eloy Blanco, che produsse la Costituzione che servì da cornice per le nostre prime elezioni presidenziali dirette e universali, in cui il Venezuela colse l'occasione per darsi il lustro di eleggere il suo più importante romanziere: Rómulo Gallegos, che nove mesi dopo fu violentemente rimosso dalla presidenza da alcuni militari. Come ha ricordato il poeta Rafael Cadenas, quei soldati "rovesciarono Rómulo Gallegos senza vergognarsene". Sono sicuro che mio nonno, che votò per Gallegos, lamentò con la sua solita serenità quel duro colpo alla nascente democrazia. Undici anni dopo, avrebbe votato per Betancourt. Ma di questo non ne abbiamo mai parlato. Lo so da mia madre e da mio zio Oscar, che furono i cronisti dei silenziosi gesti di mio nonno.

Le mie usuali conversazioni con lui, ai tempi in cui era "l'unico lettore di El Informador" (l'unico lettore di tutte le sue pagine, di sicuro), si limitavano agli aneddoti o ai commenti riguardo alcuni nomi che apparivano sul giornale. Ricordo che gli piaceva leggere il nome di un giornalista di origine di El Tocuyo, legato alla famiglia di mercanti per i quali egli aveva lavorato a lungo come contabile. In quegli anni mio nonno era già un sordo consumato, ma un sordo che ci elargiva la permanente cortesia di parlare piano piano. Ci avvicinavamo al suo orecchio meno danneggiato e si iniziava un dialogo amichevole e pieno di umore, con aneddoti in cui nessuno veniva offeso o maltrattato. Lo accompagnava sempre una sorta di allegria della memoria. Lo accompagnò fino all'ultimo momento. Ho avuto la fortuna di salutarlo. Mi avvicinai al suo letto di malato, alla fine di agosto del 1973. Mi riconobbe e mi disse, lucido: "Me ne sto andando". Gli diedi un abbraccio e mi sorrise. Morì dopo tre giorni: il 2 settembre.

Un'altra immagine di lui che ho recuperato poche ore fa, è quella che un amico aveva catturato nel 1971, durante una Pasqua. Marianito Álvarez stava trascorrendo quei giorni a casa mia. Dopo il suo inevitabile ("immancabile" direbbe mio nonno) succo d'arancia, Mariano uscì con me a comprare le sigarette. Quando siamo tornati, vide un anziano elegante, in abito scuro, con la cravatta, che usciva da casa mia, dritto e saldo.


- “Dove stai andando, nonno?

- "Vado a pregare" è stata la risposta.

Mariano ripeté la scena per diversi giorni a Caracas.

Oggi, in mezzo a questa catastrofe che stiamo vivendo, chiedo a mio nonno di continuare a pregare per noi. Il suo bel sorriso tornerà uno di questi giorni.
-
Chiedo venia per questa bagatella familiare. Mi piacerebbe dare alla parola "bagatella" il significato musicale che J.R. Castilla e Torres Blanca gli avrebbero dato. Glielo do io. Talvolta lo meriti.. 

--
*17 è una strada di Barquisimeto

sabato 27 marzo 2021

PIRANESI EN SUS CÁRCELES /PIRANESI NELLE SUE CARCERI

 de/di Santos Domínguez Ramos

(trad. Marcela Filippi)

                                                                                                                   Carceri d’invenzione. 

                                                                                                                   Giambatista Piranesi


Viene la luz del suelo, de lo profundo sube 

para engendrar la sombra y un silencio de ruinas 

que baja de otras noches, sin horizonte apenas.


La absorben las esquinas y las piedras,

las columnas postradas en lo que antes fue un bosque 

y ahora es el decorado del teatro del tiempo.


Sobre una pasarela, por un bosque de piedras 

que acosa la erosiva mirada de los astros,

da en altos corredores, en barandillas lentas,

plataformas y bóvedas, laberintos sin rejas 

y escaleras que tienen cortada la salida. 


Sin pájaros ni hierba, ni un animal confuso,

un delirio o la angustia excavada en la nube 

y en el vacío sin luz de un laberinto.


Con la ebriedad del sueño, 

un torrente de sombras baja por la escalera

hacia una arquitectura inconcebible.


Sube aquí un universo lineal de pesadilla, 

y una luz subterránea, por las criptas secretas 

que estaban donde estaba la hiel del corazón.


Visiones de aguafuerte, metáforas del mundo 

que aquel cerebro negro 

vio en bóvedas sin fondo y en arcos sucesivos:

la pesadilla, el hueso, la arena que seremos.



La luce viene dal suolo, sale dal profondo 

per generare l'ombra e un silenzio di rovine

che scende da altre notti, quasi senza orizzonte.


L'assorbono gli angoli e le pietre,

le colonne prostrate in ciò che una volta era un bosco

e ora è l'orpello del teatro del tempo.


Sopra una passerella, lungo un bosco di pietre

che importuna l'erosivo sguardo degli astri,

volge verso alti corridoi, in precarie balaustre,

piattaforme e volte, labirinti senza sbarre

e scale che hanno la salita interrotta.


Senza uccelli né erba, nessun animale confuso,

un delirio o l'angoscia scavate nella nuvola

e nel vuoto senza luce di un labirinto.


Con l'ebbrezza del sogno,

un torrente di ombre scende dalle scale

verso un'architettura inconcepibile.


Qui sale un universo lineare da incubo,

e una luce sotterranea, attraverso le cripte segrete

che si trovavano dove si trovava il fiele del cuore.


Visioni d'acquaforte, metafore del mondo

che quel cervello nero

vide in volte senza fondo e archi successivi:

l'incubo, l'osso, la sabbia che saremo.


                              (de Regulación del sueño. Premio Poesía Flor de Jara. Diputación de Cáceres 2020)

mercoledì 24 marzo 2021

SOBRE DANTE/SU DANTE

 de/di Francisco Caro

(trad. Marcela Filippi)


Hablaba de poetas 

y modelos Boccaccio de Certaldo


le pregunté: ¿podemos 

entrar en la república de Dante?


con pausa si lo hacéis -nos respondió-

andad despacio,

dudad de lo indudable, de señales,

de los oros que llaman;

rebuscad en aquello que no os lo pareciera, 

fijaos en los hilos

del poema, palpad su trama,

su taimado andamiaje,

allí

tal vez encontraréis lo necesario.



Parlava di poeti

e modelli Boccaccio di Certaldo


Gli chiesi: possiamo

entrare nella repubblica di Dante?


con pausa se lo fate -ci rispose-

andate piano,

dubitate dell'indubitabile, di segnali,

degli ori che attraggono;

indagate tra ciò che non si mostra,

scrutate tra i fili

della poesia, palpate la sua trama,

le sue maliziose impalcature,

forse troverete il necessario.


                                            (de Cuaderno de Boccaccio. Premio Ciudad de Alcalá Poesía. 2009)

MIRLO COTIDIANO/MERLO COTIDIANO

 de/di José A. Ramírez Lozano

(trad. Marcela Filippi)

                                                                                              Para Rosalía, huésped de su jardín.

Ajeno a las preguntas

y a las revelaciones,

el cielo tuyo y mío

será el mismo del mirlo que escuchamos 

cantar cada mañana.


Dame tu mano. Cierra

bien los ojos al mundo y abandónate 

a la sabia lección

de su fragilidad, al breve

azar con que sortea los instantes 

que aún están por llegar

y, sin embargo, adelanta su pico. 

Escucha como burla los sentidos 

con sólo celebrarlos.


Y canta y se sostiene

-mirlo divino, tímpano del día- 

eterno en su ignorancia.


                                                                                                   Per Rosalia, ospite del suo giardino

Estraneo alle domande

e alle rivelazioni,

il cielo tuo e mio

sarà lo stesso del merlo che sentiamo

cantare ogni mattina.


Dammi la tua mano. Chiudi

bene gli occhi al mondo e abbandonati

alla saggia lezione

della sua fragilità, al breve

azzardo con cui elude gli istanti

che ancora devono arrivare

eppure, anticipa il becco.

Ascolta come burla i sensi

semplicemente celebrandoli.


E canta e si sostiene

-mirlo divino, timpano del giorno-

eterno nella sua ignoranza.

                                                                                                                           (De Ropa tendida)

martedì 23 marzo 2021

OSCURO ARCÁNGEL /ARCANGELO OSCURO

 de/di José A. Ramírez Lozano

(trad. Marcela Filippi)


Ya no temo al diablo. Temo más 

-mucho más que a su horror de cuando niño-

a su terrible ausencia, esa certeza 

de que sólo esté Dios y que no tenga 

para vivir más que virtud y cielo, 

sin comezón ni sal, 

sin el veneno tan ebrio de la carne. 


Jamás temí al arcángel del pecado. 

Tampoco a su belleza. Temo, sí, 

que me pase de largo por la vida 

y ni me tiente apenas, ni me mire, 

o que vaya a mirarme con piedad. 


¡Oh, ven, Luzbel, a mí! Bórrame el sueño 

maldito de lo eterno y hazme sólo 

mortal entre las bestias. Tú, que has visto 

de cerca a Dios y renunciaste al Cielo 

por la lujuria de la sangre, bésame 

y que sea tu boca quien delate 

mi nombre a los esbirros de la Muerte. 



Non temo più il diavolo ormai. Temo di più

-molto di più del suo orrore di quando ero bambino-

la sua terribile assenza, quella certezza

che ci sia solo questo Dio e di non avere

per vivere altro che virtù e cielo,

senza corrosione né sale,

senza il veleno così ebbro della carne.


Non ho mai temuto l'arcangelo del peccato.

Nemmeno la sua bellezza. Temo, sì,

che oltrepassi la mia vita 

e non mi tenti quasi, e nemmeno mi guardi,

o che possa guardarmi con pietà.


Oh vieni, Luzbel, da me! Cancella il mio sogno

maledetto dell'eterno e rendimi soltanto

mortale tra le bestie. Tu, che hai visto

da vicino Dio e hai rinunciato al Cielo

per la lussuria del sangue, baciami

e che sia la tua bocca a tradire

il mio nome agli sbirri della Morte.


                                               (De Copa de sombras. I Premio de Poesía Blas de Otero de Bilbao, 2008)

lunedì 22 marzo 2021

ECLIPSE CON RIMBAUD/ECLISSE CON RIMBAUD

 de/di Juan Carlos Mestre

(trad. Marcela Filippi)

                                                                                                                         A Guadalupe Grande

He pasado la mitad de mi vida en la oscuridad. 

He descargado camiones de oscuridad.

He bebido toda la oscuridad. 

He dormido con la oscuridad.

He amado la oscuridad y me he acostado con ella.

He tocado las piedras de la oscuridad hasta herirme las manos. 

He repetido tu nombre en la oscuridad.


Los pescadores cantan en la niebla de la oscuridad. 

Los jóvenes sin vida están despiertos en la oscuridad.

Los músicos y las rameras guardan su corazón en la oscuridad.


He soñado con la oscuridad la mitad de mi vida.

He hospedado mi juventud en el cáñamo de la oscuridad. 

He desnudado a la oscuridad y gozado con ella.

He acariciado con dedos de pastor el sexo de la oscuridad.


La oscuridad es la oración de los acordeones nublados.

La oscuridad vive en las palabras que descifran la muerte. 

La oscuridad habita los suburbios de la belleza.


Dad de ladrar al perro de la oscuridad. 

Oíd la lepra sagrada de la oscuridad.


Ho passato metà della mia vita nell'oscurità.

Ho scaricato camion di oscurità.

Ho bevuto tutta l'oscurità.

Ho dormito con l'oscurità.

Ho amato l'oscurità e ho dormito con lei.

Ho toccato le pietre dell'oscurità fino a ferirmi le mani.

Ho ripetuto il tuo nome nell'oscurità.


I pescatori cantano nella nebbia dell'oscurità.

I giovani senza vita sono svegli nell'oscurità.

I musicisti e le prostitute custodiscono i loro cuori nell'oscurità.


Ho sognato l'oscurità per metà della mia vita.

Ho ospitato la mia giovinezza nella canapa dell'oscurità. 

Ho denudato l'oscurità e con lei ho goduto.

Ho accarezzato  con dita da pastore il sesso dell'oscurità.


L'oscurità è la preghiera delle fisarmoniche nuvolose.

L'oscurità vive nelle parole che decifrano la morte. 

L'oscurità abita i sobborghi della bellezza.


Date da abbaiare al cane dell'oscurità. 

Udite la sacra lebbra dell'oscurità.


                                                                                  (de La caja roja. Premio Nacional de Poesía, 2009)

AGAMENÓN/AGAMENNONE

 de/di Alejandro Oliveros

(trad. Marcela Filippi)


Nadie sabe que estoy aquí, en Siracusa;

me he detenido en esta ciudad amada

antes de regresar a la distante

Argos. Las voces de Casandra, la flore

scogida para mí entre multitud 

de riquezas, me advierte del peligro

de un retorno ciego y apresurado.

¿A qué se refiere cuando asegura

verme atrapado, como pez espada,

en una red espesa y homicida,

en medio del agua turbia y agitada?

¿Qué episodio tan nefando me puede

aguardar entre gente que me adora?

He llegado a Siracusa a meditar

ante la fuente de Alfeo y Aretusa.

En las playas de Ortigia he interrogado

a la noche las vueltas de mi destino.

Ya hace diez años que las estrellas han 

tejido una malla sobre mi cabeza.

Pero ahora debo aparear la nave

para mi retorno. Clitemnestra

se dispone para recibir a su 

príncipe. A pesar de Casandra y otras

jóvenes cautivas, ansié su abrazo

apasionado y su sexo humedecido.


Nessuno sa che sono qui, a Siracusa;

mi sono fermato in questa amata città

prima di tornare alla lontana

Argo. Le voci di Cassandra, il fiore

scelto per me tra la moltitudine 

di ricchezze, mi avverte del pericolo

di un ritorno cieco e affrettato.

Cosa intende quando assicura

di vedermi intrappolato, come pesce spada,

in una rete fitta e omicida,

in mezzo all'acqua torbida e agitata?

Quale nefasto episodio mi può

attendere tra le persone che mi adorano?

Sono venuto a Siracusa per meditare

davanti alla fonte di Alfeo e di Aretusa.

Sulle spiagge di Ortigia ho interrogato

la notte sulle svolte del mio destino.

Sono ormai dieci anni che le stelle hanno 

tessuto una rete sulla la mia testa.

Ma ora devo riparare la nave

per il mio ritorno. Clitennestra

si dispone per accogliere il suo

principe. Nonostante Cassandra e altre

giovani catturate, avevo ansia del suo abbraccio

appassionato e del suo sesso inumidito.



(de Espacios en fuga -Poesía reunida, 1974-2010. Colección La cruz del sur. Editorial Pre-Textos 2012)

LUZ DE CÓMODA/LUCE DA COMÒ

 de/di Manuel Rico

(trad. Marcela Filippi)


A la cómoda llegaba esa luz en declive como un perro manso

que destilan las horas de las tardes de invierno.

Esa luz nunca ciega donde se reconocen

las sombras infrecuentes de todos nuestros muertos

y que huele a cerrado y a pasillo nocturno

y al corazón acude a mecerlo en su niebla.


Era el cofre prohibido

que acotaba mi padre debajo de un retrato

desde el que me miraba desde la inexistencia

de sus ojos marcados, tan joven, por la muerte.


Luz de cómoda. Extraña latitud

donde la claridad se quiebra 

para hacerse pereza y habitación en sombra

hundiéndose en un tiempo de parados relojes,

viejas horas que duelen como antiguos pañuelos

por la madre olvidados

entre lacas y guantes y sedas y pañuelos

para siempre varados en la luz de la muerte.


Al comò giungeva quella luce in declivio come un cane mite

che distillano le ore delle sere d'inverno.

Quella luce mai cieca dove si riconoscono

le infrequenti ombre di tutti i nostri morti

e che sa di chiuso e a corridoio notturno

e al cuore giunge per cullarlo nella sua nebbia.


Era il cofanetto proibito

che incorniciava mio padre sotto un ritratto

da cui mi guardava dall'inesistenza

dei suoi occhi segnati, così giovani, dalla morte.


Luce da comò. Strana latitudine

dove la chiarità si rompe

per divenire torpore stanza in ombra

immergendosi in un tempo di orologi fermi,

vecchie ore che fanno male come antichi fazzoletti

dalla madre dimenticati

tra lacche e guanti e sete e fazzoletti

per sempre ancorati nella luce della morte.


                                                                                                         (del libro Quebrada luz. 1996)

domenica 21 marzo 2021

EL HOMBRE QUE HEMOS SIDO EN EL PASADO/L'UOMO CHE SIAMO STATI NEL PASSATO

 de/di María Ángeles Pérez López

(trad. Marcela Filippi)


El hombre que hemos sido en el pasado

se acerca lentamente y nos saluda

como quien ve de pronto a un conocido

borroso y desprendido entre la niebla.

Como quien mira a otro y se incomoda

por el salto infinito de la especie

que trae la semejanja y el contraste,

el hueso y su cartílago amoroso,

la oreja, el peine manso y acabado,

el sexo y su ventura, los pulmones

comunes en sus zonas cavernosas,

el mismo corazón y su perenne

afán de traslación sobre la tierra

para llevar el peso de la sangre

hasta la conquistada vertical.

También cada perfil, su discrepancia.

El hombre que hemos sido en el pasado

se acerca y nos saluda en su indolencia

confunde aniversarios y dolores,

reclama lo que no hay desde hace mucho,

escucha y llora en su cansancio tosco,

paladea palabras muy remotas:

la ira, la inocencia, el desconcierto,

el mar, sus caracolas encendidas,

el frío, el tiempo lento, la alborada

y su conquista ruin, imrescindible

como una gota clara de placer.


Y cuando va a marcharse pesaroso

repite un gesto antiguo y su señal,

un modo estremecido de mover

el aire y de apartarlo con ternura

que me hace recordarlo, recordarme,

un súbito aleteo en el que el tiempo

tiembla y desaparece calcinado,

vienen a ser como un cuerpo no visible,

un modo de enconrìtrarnos sin caer,

un ¡qué más da! y su abrazo sostenido

por la copa febril de la alegría.


L'uomo che siamo stati nel passato

si avvicina lentamente e ci saluta

come chi all'improvviso vede un conoscente

sfocato e staccato tra la nebbia.

Come chi guarda un altro e si sente a disagio

per il salto infinito della specie

che porta la somiglianza e il contrasto,

l'osso e la sua cartilagine amorosa,

l'orecchio, il pettine docile e consumato,

il sesso e la sua letizia, i polmoni

comuni nelle loro zone cavernose,

lo stesso cuore e il suo perenne

affanno di traslazione sulla terra

per portare il peso del sangue

fino alla conquista verticale.

Inoltre ogni profilo, la sua discrepanza.

L'uomo che siamo stati in passato

si avvicina e ci saluta nella sua indolenza

confonde anniversari e dolori,

reclama ciò che non c'è da molto tempo,

ascolta e piange nella sua rozza stanchezza

assapora parole molto remote:

l'ira, l'innocenza, lo smarrimento,

il mare, le sue conchiglie accese,

il freddo, il tempo lento, l'albeggiare

e la sua vile conquista, imprescindibile

come una goccia chiara di piacere.


E quando se ne sta per andare afflitto

ripete un antico gesto e il suo segnale,

un modo esitante di muovere

l'aria e di respingerla con tenerezza

che me lo fa ricordare, ricordami,

un improvviso fremito in cui il tempo 

trema e scompare incenerito,

diventa una sorta di corpo non visibile,

un modo per ritrovarci senza cadere,

un, che differenza fa! e il suo abbraccio sostenuto

dal calice febbrile della gioia.


                          (de Catorce vida y una más. Poesía reunida 1995-2012. Diputación de Salamanca, 2020)

PALABRAS/PAROLE

 de/di Arturo Gutiérrez Plaza

(trad. Marcela Filippi)


Solo confío en aquellas 

palabras que saben dudar,

que nombran las cosas de modo efímero,

como puentes acostumbrados

a temblar tras cada paso.

Aquellas que viven de la amenaza de caer.


Confido solo in quelle

parole che sanno dubitare,

che nominano le cose in modo effimero,

come ponti abituati

a tremare dopo ogni passo.

Quelle che vivono della minaccia di cadere.


                                                                      (de El cangrejo ermitaño. Colección Visor Poesía, 2020)

sabato 20 marzo 2021

APRENDIZ DE NÁUFRAGO/APPRENDISTA NAUFRAGO

de/di Santos Domínguez Ramos

(trad. Marcela Filippi)

                                                                                El mejor de los mares es el que no hemos visto

                                                                                                                                   Nazim Hikmet

Cruzarás otro mar. Tal vez la tarde tenga 

un brillo de metal fundido por los sueños 

de un aprendiz de náufrago. 


Habrá una luz sin nombre en la memoria 

y un pájaro de sombra 

desangrará invisible su canto en los ramajes. 


Tejerán las arañas sus telas espirales, 

la luz curva del tiempo filtrará bajo el río 

la muda indiferencia de los peces. 


Se cruzará en la sombra con tu sombra 

el vuelo lento que aletea en lo oscuro. 


Sobre el paisaje azul de la memoria, 

la música del tiempo.

Y el caballo sin alas de la noche 

en el galope antiguo de la sangre. 


Que espere el mar tu nombre y tu pisada, 

tu luz ya consumida, tu cansancio. 


La flor de las heridas sobre el rescoldo frío 

de un corazón sin llama. 


                                                    Il più bello dei mari, è quello che non abbiamo ancora navigato

                                                                                                                                 Nazim Hikmet

Attraverserai un altro mare. Forse la sera avrà

un bagliore di metallo fuso nei sogni

di un apprendista naufrago.


Ci sarà una luce senza nome nella memoria

e un uccello d'ombra

sanguinerà il suo canto invisibile tra il fogliame.


Tesseranno i ragni le loro tele a spirale,

la luce curva del tempo filtrerà sotto il fiume

la muta indifferenza dei pesci.


S'incrocerà nell'ombra con la tua ombra

il volo lento che svolazza nel buio.


Sul paesaggio blu della memoria,

la musica del tempo.

E il cavallo senza ali della notte

nell'antico galoppo del sangue.


Che il mare attenda il ​​tuo nome e il tuo passo,

la tua luce già consumata, la tua stanchezza.


Il fiore delle ferite sulle fredde braci

di un cuore senza fiamma.


                       (de Regulación del sueño. Premio Poesía Flor de Jara. Diputación de Cáceres 2020)