domenica 31 gennaio 2021

COMPAÑERA/COMPAGNA

 de/di Valentin Martin

(trad. Macela Filippi)


Un año más la vida se desmocha
y no se cumplen las advertencias
de la serpiente, porque aquella
calle del Desengaño era mentira
como tantas que acompañaron
el tragaluz de los púlpitos fofos.

Si tú escaseas
queda una cerita inmóvil
que no encenderá ya nadie.

Quemada por las balas
yo he visto tus heridas
la noche que murió la muerte
-doce días duró el sueño-
del primogénito aquel 89.

He vivido tu corazón obrero
tu pecho una torcaz almohada
para que  descansara  el hambre 
de tantos que  pedían pámpanos.

He sido testigo a la hora
de agotar tu tinaja de dulces
para girar el sueño de un niño
abolir zarzas, ortigas, ruinas
construir un castillo de lucernas
hacer de ese hogar una vigilia
para el respirar de un poeta
que fue tras de tus pasos un día
y ahora que murieron veranos
es feliz porque le dejaste estar
y estuvo donde tú quisiste.

Con la voz, con las manos
sin bajar tus banderas nunca
porque tu sangre no se vende
así te he visto vivir tu vida
junto a la mía encendida de ti.


Un altro anno la vita cade a pezzi
e non si realizzano gli avvertimenti 
del serpente, perché quella
via del Desengaño era una menzogna
come tante che accompagnavano
l'abbaino dai pulpiti fasulli.

Se tu non ci sei
rimane un lumino immobile
che nessuno accenderà più.

Bruciata dai proiettili
ho visto le tue ferite
la notte in cui morì la morte 
-dodici giorni è durato il sonno-
del primogenito quel' 89.

Ho vissuto il tuo cuore operaio
il tuo petto un cuscino palombo
per far riposare la fame
di tanti che chiedevano nutrimento.

Sono stato testimone all'ora
di esaurire il tuo barattolo di dolci,
trasformare il sogno di un bambino
abolire rovi, ortiche, rovine
costruire un castello di luci
fare di quel focolare una veglia
per il respiro di un poeta
che un giorno andò dietro ai tuoi passi
e ora dopo estati morte
è felice perché lo hai fatto rimanere
ed è stato dove tu hai voluto.

Con la voce, con le mani
senza mai abbassare le tue bandiere
perché il tuo sangue non è in vendita
così ti ho visto vivere la tua vita
accanto alla mia, illuminata da te.


Per comprendere meglio la poesia:
Poesia dedicata alle ragazze spagnole che non potevano andare all'università. A 14 anni andavano nelle fabbriche e contribuirono a risollevare l'economia della Spagna, come la compagna di vita del poeta. C'è anche un avvertimento alle "intellettuali", di non profanare l'onestà operaia.

La Via del Desengaño ("delusione" in italiano), è una strada che si trova nel cuore di Madrid (dietro la Gran Vía), ma è anche una metafora, perché quella è una strada dove le "perdenti" si raccolgono in cerca di un po' d'amore. In seguito, il poeta, cerca di dire che i fallimenti non esistono e che ciò che conta è la via da seguire. 
E' molto bella la metafora in cui Valentin Martin associa il petto, che accoglie il libero riposo, il sogno, il nutrimento dei sogni, a un cuscino palombo, espressione più esatta della libertà.
Per trasformare il sogno di un bambino e costruire una casa piena di luce, bisogna pulire il cammino da rovi, ortiche e rovine. Infine arriva il riconoscimento alla sua compagna. Il poeta, ovviamente, è stato testimone di quanto narra questa cruda e intensa poesia.



                                                                                               (de El gen inviolable Edit. Lastura, 2019)

venerdì 29 gennaio 2021

CONOZCO/CONOSCO

de/di María Ángeles Pérez López

(trad. Marcela Filippi)


Conozco mi culpa.


Aprendizaje lento e insobornable.

No hay quien dé más por menos,

ni manera 

de asumir esta flor que hiere el agua.


Conosco la mia colpa


Apprendimento lento e incorruttibile.

Non c'è nessuno che dia di più per meno,

né maniera

di assumere questo fiore che ferisce l'acqua.



(de Verbos para el bosque. Colección Lima Lee. Municipalidad de Lima, 2020)

mercoledì 27 gennaio 2021

TEMPLO DE ISIS/TEMPIO DI ISIDE

 de/di Santos Domínguez Ramos

(trad. Marcela Filippi)


Se ha posado en el mármol de una fuente secreta 

un pájaro de hielo.


Ha bajado del vuelo oracular del sueño

al ámbito sagrado del incienso y la flauta.


Lienzos blancos y espejos, antorchas y perfumes 

convocan a la diosa que llora y que navega 

coronada de loto desde su tiempo en giro

antes que nos deslumbre la luz del espejismo,

el eco misterioso de la caverna blanca.


Pero vuelve la noche profunda de los astros 

y el pájaro, de pronto, ha levantado el vuelo.


Si è posato sul marmo di una fontana segreta

un uccello di ghiaccio.


È sceso dal volo oracolare del sogno

all'ambito sacro dell'incenso e del flauto.


Teli bianchi e specchi, torce e profumi 

convocano la dea che piange e che naviga

coronata di loto dal suo tempo in giro

prima che ci abbagli la luce del miraggio,

l'eco misterioso della caverna bianca.


Ma torna la notte profonda degli astri

e l'uccello, all'improvviso, si è levato in volo.



martedì 26 gennaio 2021

TRILOGÍA DE ULISES/TRILOGIA DI ULISSE

de/di Alejandro Oliveros

(trad. Marcela Filippi)

 ULISES (1)

Desde la cubierta de esta precaria barcaza
observo por última vez el paisaje que fue
mi aislado refugio durante más de diez años.
En lo más alto de la montaña, amparada
por anchos samanes y rosáceos bucares,
la gruta de apacibles estancias y pulidas
paredes. La morada de Calipso venerada,
la diosa de caoba cabellera y torneados 
muslos, la de níveos pechos y lindos ojos.
La hija de Atlante generosa, que me escondió
de enemigos arteros y vivencias falaces,
que me amó sin denscanso como una posesa.
¡Cuántas veces se lamentó Calipso por los
reiterados preparativos de mi partida!
Tendida suavemente en el lecho me advertía
los riesgos del viaje y tornaba la permanencia
aún más dulce y sus cantos más seductores.
Ya no es su risa la que viene a mis oídos
sino el largo llanto que, como un delfín, escolta
la nave en la más ingrata de las partidas.
Que no es fácil terminar con lo que, sin avisos
ni premoniciones, la Fortuna ha comenzado.
Cuando llegué a estas tierras no pensé que habría
de permanecer más de unas horas. Una parada
apenas en el largo viaje de regreso a Ítaca,
una noche de amor con la codiciada ninfa.
Más de diez años han pasado y llegó la hora 
de aprovechar la corriente y el viento del este.
Veo cómo la tarde violeta cae sobre la isla
que se aleja con buena parte de mi vida.
Bajo el cielo quedan para siempre los rasgos
y las voces de espléndidos días y sus noches.
La niebla blanquecina se va extendiendo
por el frondoso espacio. La gruta de Calipso
desaparece de mis ojos. Sus luces brillan 
como una estrella oscurecida en la memoria.

ULISES (2)
¡Me costó tanto regresar a Ítaca!
Nunca imaginé que el ponto estuviera
poblado de criaturas tan extrañas.
Gigantes comedores de un solo ojo,
muchachos inyectándose en los andenes,
aquellas caras pálidas, heladas,
y distraídas, recordando el Hades;
las islas de Caribdis, Sicilia de Etna
y escopeta, abundosa en vino y en mieses.
Tantas veces oré por mi regreso,
pisar esta tierra de naranjales
y bucares, repisar el verdoso
aire del campo y el aroma del mango,
hasta el calor infinito, el bochorno
del verano y la humedad de mosquitos.
La patria en la distancia  es tan dorada
como la luz de Florencia en primavera.
Desde la altura despejada de esta
torre contemplo las vinosas corrientes
del océano. Más allá, amenazas
de todo tipo, la hierba acechante
y el dolor de los miembros infectados,
la gangrena y la sangre oscurecida,
los sudores y la fiebre terciaria,
el ávido apetito de Polifemo
y su amenaza de cegar mi vida.
No sé como pude escapar
a la muerte empedernida, a sus lazos
y acechanzas, a sus citas y quebrantos.
Cuánto no daría, sin embargo, por 
hacerme de nuevo a la mar, alistar
el resbaloso leño y encontrarme
con el cuerpo desnudo de Calipso,
o, en la noche arenosa de Cumboto,
abrevar de Circe en sus blancos senos.

ULISES 50 ae
He vuelto a navegar estas costas del Tirreno
encantado. Lleno de canas y dificultades
para leer los señales en el cielo y las notas
en los viejos mapas fenicios. Hace diez años
las mismas aguas bondadosas fueron camino
de la nave, y sus cielos siempre más amables
que los ingratos del Atlántico o la oscura Inglaterra.

Me he detenido en las alturas de Cuma a consultar
la blanca virgen del antro, lejana e infinita.
No fueron tantas, por temor, las preguntas y han sido
más cortas, como paso de entierro, las respuestas:
"Nada de lo que te depara el futuro ha de ser largo.
Haz como los hombres de la costa: los días
son peces voladores, atrápalos, manténlos
vivos junto a tu corazón, no los dejes huir,
no los dejes morir por falta de agua o esmero".

De Cuma a la isla Circea, la quieta morada
de la esbelta diosa de cabello hasta la cintura.
El paso de las estaciones, que todo puede,
había transformado su hermosa apariencia:
la cabellera más breve, la mirada demorada
más allá de la superficie de mis ojos sin brillo.
Toda pasión dsiminuida, ausente todo desvarío,
reservada a la memoria inconstante la escritura
de las noches blancas, el temblor entrelazado
frente al avance de la aurora, el dolor de los besos,
la luz de las caricias extendidas como un lago,
el abrazo sin piedad y las marcas en el muslo.
Otra Circe, de encantos apagados y serenos labios,
a salvo de la incertidumbre y el insomnio,
de los sueños postergados y puertas escondidas,
otra Circe, de espaldas a un Ulises distraído.

Delfines y tristezas navegaron con la nave
hacia el sur, más allá del golfo de Paténope
y el inmaculado santuario de Isis. A un lado,
la isla de Capri, la de luz bendecida, el único
resto de Paraíso entre nosotros. Más allá Sorrento
y luego el aroma a desastre en las rocas espumosas,
con la advertencia de Circe fresca en la brisa:
"Tanto como los vientos de mi corazón ha cambiado
la fascinación de las sirenas. Será necesario
más de una cuerda para salvarte. Son jóvenes
ahora y atractivas. Sus ojos de miel derramada,
y tan peligrosos como el silencio. Cuídate,
Ulises, de estas criaturas que dejaron plumas
por piel de bronce y vientres turgentes, bocas
entreabiertas y juventud de alondra. Cuídate,
Ulises, a los  cincuenta no bastará una cuerda para salvarte".


ULISSE (1)
Dal ponte di questa precaria barcaccia
osservo per l'ultima volta il paesaggio che fu
il mio isolato rifugio per più di dieci anni.
Nel punto più alto della montagna, protetta
da grossi samani e bucares rosati,
la grotta di placide stanze e levigate
pareti. La dimora di Calipso venerata,
la dea dai capelli di mogano e modellate
cosce, quella dai seni nivei  e occhi belli. 
La figlia di Atlante generosa, che mi nascose
da nemici insidiosi e da esperienze fallaci,
che mi amò senza sosta come un'ossessa.
Quante volte Calipso si lamentò per i
reiterati preparativi della mia partenza!
Distesa dolcemente sul letto mi avvertiva
sui rischi del viaggio e rendeva la permanenza
ancor più dolce e più seducenti i suoi canti.
Non è più il suo riso che giunge alle mie orecchie 
ma il lungo pianto che, come un delfino, scorta
la nave nella più ingrata delle partenze.
Non è facile porre fine a ciò che senza avvertimenti
né premonizione, la Fortuna ha iniziato.
Quando sono arrivato a queste terre ho pensato che sarei
rimasto non più di qualche ora. Una sosta
appena nel lungo viaggio di ritorno a Itaca,
una notte d'amore con la desiderata ninfa.
Sono passati più di dieci anni ed è giunta l'ora 
per sfruttare la corrente e il vento dell'est.
Vedo come la violacea sera cade sull'isola
che si allontana con buona parte della mia vita.
Sotto il cielo rimangono per sempre le tracce
e le voci di splendidi giorni e notti.
La nebbia biancastra si va diffondendo
attraverso il frondoso spazio. La grotta di Calipso
scompare dai miei occhi. Le sue luci brillano
come una stella divenuta scura nella memoria.

ULISSE (2)
Mi ci è voluto tanto per tornare a Itaca!
Non avrei mai immaginato che il ponto fosse
popolato da creature così strane.
Giganti mangiatori con un solo occhio,
ragazzi che si drogano sulle banchine,
quelle facce pallide e gelate,
e distratte, che ricordano l'Ade;
l'isola di Cariddi, Sicilia dell'Etna
e lupara, ricca di vino e raccolti.
Tante volte ho pregato per il mio ritorno,
calpestare questa terra di aranceti
e bucares*, respirare la verde
aria di campagna e l'aroma del mango,
perfino il calore infinito, l'afa
dell'estate e l'umidità da zanzare.
La patria nella lontananza è così dorata
come la luce di Firenze in primavera.
Dall'altezza chiara di questa
torre contemplo le vinose correnti 
dall'oceano. Oltre, minacce
di ogni sorta, l'erba in agguato
e il dolore degli arti infetti,
la cancrena e il sangue scuro,
la sudorazione e la febbre terziaria,
l'avido appetito di Polifemo
e la sua minaccia di accecare la mia vita.
Non so come ho potuto scappare
alla morte accanita, al suo cappio
e trappole, ai suoi appuntamenti e ingiurie.
Quanto non darei, tuttavia, per
tornare nuovamente in mare, preparare
lo scivoloso legno e trovami
con il corpo nudo di Calypso,
o, nella sabbiosa notte di Cumboto,
bere da Circe dai suoi bianchi seni.

ULISSE 50 ae
Ho navigato di nuovo su queste coste del Tirreno
incantato. Pieno di capelli bianchi e difficoltà
per leggere i segnali nel cielo e le note
sulle vecchie mappe fenicie. Dieci anni fa
le stesse acque gentili furono il cammino
della nave, e dei suoi cieli sempre più amabili
di quelli ingrati dell'Atlantico o dell'oscura Inghilterra.

Mi sono fermato sulle alture di Cuma per consultare
la  bianca vergine dell'antro, lontana e infinita.
Non furono tante, per paura, le domande e furono
ancor più brevi, come passo da sepoltura, le risposte:
"Nulla di ciò che riserva il futuro dev'essere lungo.
Fai come gli uomini della costa: i giorni
sono pesci volanti, catturali, mantienili
vivi nel tuo cuore, non farli scappare,
non lasciarli morire per mancanza d'acqua o di cure. "

Da Cuma all'isola di Circe, la quieta dimora
della slanciata dea dai capelli lunghi fino alla vita.
Il passaggio delle stagioni, che tutto può,
aveva trasformato la sua bellissima apparenza:
i capelli più corti, lo sguardo più lento
oltre la superficie dei miei occhi spenti.
Ogni passione diminuita, assente ogni follia,
riservata alla memoria incostante la scrittura
delle notti bianche, il tremore intrecciandosi
di fronte alla crescita dell'aurora, il dolore dei baci,
la luce delle carezze diffuse come un lago,
l'abbraccio senza pietà e i segni sulla coscia.
Un'altra Circe, d'incanti affievoliti e serene labbra,
al sicuro da incertezza e insonnia,
da sogni rimandati e porte nascoste,
un'altra Circe, di spalle a un Ulisse distratto.

Delfini e tristezze navigarono con la nave
verso sud, oltre il golfo di Partenope
e l'immacolato santuario di Iside. Da una parte,
l'isola di Capri, quella dalla luce benedetta, l'unica
rimanenza di paradiso tra di noi. Oltre Sorrento
e poi l'aroma di sciagura sulle spumeggianti rocce,
col nuovo avvertimento di Circe fresca nella brezza:
"Così come i venti del mio cuore è cambiato
il fascino delle sirene. Sarà necessaria
più di una corda per salvarti. Sono giovani
ora e attraenti. I loro occhi di miele versato,
e così pericolosi come il silenzio. Guardati bene,
Ulisse, da queste creature che hanno lasciato piume
per pelli di bronzo e turgidi ventri, bocche
socchiuse e gioventù di allodola. Guardati bene,
Ulisse, ai cinquanta non basterà una corda per salvarti. "

---
*Albero originario della zona intertropicale del Centro America, Sud America e Grandi Antille.



(de Espacios en fuga. Poesía reunida 1974-2010. Colección de La Cruz del Sur. Editorial Pre-Textos)

lunedì 25 gennaio 2021

CAEN/CADONO

 de/di María Ángeles Pérez López

(trad. Marcela Filippi)


Caen las hojas con un fragor indescriptible

escucho cómo tiemblan contra el suelo

golpean las aceras

salpican entre el barro de las calles


escucho cómo conspiran en las ramas

su estrategia de caída sus modos disciplinados de caer

pueden rozar el agua y suspirarla

pero se imponen nuevos métodos

hermanas compañeras hijas del mismo aire que respiro


escucho el ruido de los nervios exaltados

excitación ante el combate

las consignas reclamos ¡¡oh modos tan exactos de caer!!

mirada de arcángeles soberbios

el gesto de un ángel turbador

desnuda su belleza

y rescatada


Cadono le foglie con un fragore indescrivibile

sento come tremano contro il suolo

urtano i marciapiedi

schizzano nel fango delle strade


sento come cospirano tra i rami

la loro strategia di caduta i loro modi disciplinati di cadere

possono sfiorare l'acqua e sospirarla

ma s'impongono nuovi metodi 

sorelle compagne figlie della stessa aria che respiro


sento il rumore di nervi esaltati

eccitazione dinanzi al combattimento

le parole d'ordine di richiamo, oh modi così precisi di cadere!!

sguardo di arcangeli superbi

il gesto di un angelo minaccioso

denuda la loro bellezza

e le soccorre


(de Verbos para el bosque. Colección Lima Lee. Municipalidad de Lima, 2020)

sabato 23 gennaio 2021

EL PESO DE LA YERBA/IL PESO DELL'ERBA

de/diValentin Martin

(trad. Marcela Filippi)


Le estoy cogiendo gusto a esto de ser viejo

sumar más dudas de año en año,

ver cómo se esfuma alguna certeza que quedaba,

a que tantos amigos de antes sean ahora tan pocos.


Se van las devociones que me prometieron

amor eterno y resultó que era solo un contrato

con mi rentabilidad y su ambición tan noble.


No les condenéis, hay que entenderlos,

para ellos la vida tampoco es fácil

y nadie en sus cabales pondría la suya

a mi nombre tan barato que por no tener

no cuenta ningún futuro en las heredades.


Ya todos se nombran unos a otros

con letras que sugieren porvenires de aristocracia

porque con el apellido no pueden los funcionarios 

aquellos que te prohibían llamar Libertad a una hija

o Tronsky a un perro, o a un gato  Comandante.


Debéis abrir la mente a los nuevos matarifes.


Por qué mentar un compromiso si nadie sabe

para qué sirve, lo mismo que los contubernios

ya no alcanzan a fumigar a un triste Fray Escoba

y otras menudencias para escribir un currículo

con posibilidades universitarias de Carrefour,

o con suerte un puesto de organista eclesiástico 

y de cantautor en bares con alegres muchachas

que no exijan el derecho de admisión a los abstemios.


Tened paciencia,

que es algo que con las prisas se pierde mucho.


Miradme a mí, observad mi poca estatura

en una sociedad tan exigente con los ciudadanos.

Por mucho corega que le ponga a mis dientes

postizos, y me cambie de ropa interior por las tardes,

no me atrevería tampoco a besar a Anthony Hopkins.


Que los besos de los viejos dan mucha risa

y algún asquito, para qué engañarnos,

está en el guión de la propia vida que se va

por donde vino y nunca supimos si fue estela

en la mar o el camino que se deshace al desandar.



Ci sto prendendo gusto ad essere vecchio

sommare più dubbi di anno in anno,

vedere come sfuma qualche certezza rimasta,

che i tanti amici di prima ora siano così pochi.


Spariscono le devozioni che mi avevano promesso 

amore eterno e si è scoperto essere solo un contratto

con la mia redditività e la sua ambizione così nobile.


Non condannateli, bisogna capirli,

anche per loro la vita non è facile

e nessuno sano di mente darebbe la propria

per il mio nome così economico  e che per non avere

non ha alcun futuro nelle eredità.


Ormai tutti si nominano a vicenda

con lettere che suggeriscono un domani d'aristocrazia

perché non possono usare il cognome i funzionari

quelli che ti proibivano chiamare una figlia Libertà

o Tronsky un cane, o un gatto Comandante.


Dovete aprire la  mente ai nuovi macellai.


Perché proferire un impegno se nessuno sa

a cosa serva? così come le prepotenze che non possono

più avvolgere nel fumo nemmeno un triste Fray Escoba*

e altre sciocchezze per scrivere un curriculum

con possibilità universitarie da Carrefour,

o con fortuna un posto da organista ecclesiastico

e come cantautore nei bar con allegre ragazze

che non esigano il diritto di ammissione agli astemi.


Abbiate pazienza,

che è qualcosa che nella fretta si perde molto.


Guardatemi, osservate la mia scarsa statura

in una società così esigente con i cittadini.

Per quanta colla metta ai miei denti

posticci, e cambi la mia biancheria intima tutte le sere,

non oserei baciare nemmeno Anthony Hopkins.


I baci dei vecchi fanno molto ridere

e un po' schifo, perché ingannarci?

è nel copione della vita stessa che se ne va

da dove è venuta e, mai abbiamo saputo se sia stata scia

nel mare o il cammino che si dissolve ripercorrendolo.


* Frate scopa. Si fa riferimento all'umile  Martín de Porres o Martin de la Carité  (Lima, 9 dicembre 1579 - Lima, 3 novembre 1639) il cui unico compito era quello di spazzare il convento.


venerdì 22 gennaio 2021

COLISEO/COLOSSEO

 de/di Miguel Ángel Yusta

(trad. Marcela Filippi)

                                                                   Las piedras del viejo Colosseo hablaron en la noche.

 Se mecía la noche entre las viejas piedras

y les prestaba un manto de muda eternidad.


Las calles dormían húmedas, frías,

desiertas y llenas de presagios.

Se ocultaba la vida en cómodos salones,

pero yo caminaba por la nocturnidad alevosa,

buscando en las esquinas del recuerdo

un instante de gloria.

Los frenos de un coche lejano

rompían el silencio 

y la tibia luz de alguna ventana

testificaba  apenas la presencia del hombre.

Yo pensaba en aquellos que habían sido grandes,

me preguntaba por la razón de sus vidas,

por su grandeza crucificada...


Sólo el silencio acudía a la cita

y entre las ruinas del viejo Coliseo

la sombra de un imperio se alzaba vacilante.


                                                                          Le pietre del vecchio Colosseo hanno parlato nella notte


La notte si cullava tra le vecchie pietre

e prestava loro un manto di nuda eternità.


Le strade dormivano umide, fredde,

deserte e piene di presagi.

La vita si occultava in comodi salotti,

ma io camminavo nella notte insidiosa,

cercando negli angoli della memoria

un istante di gloria.

I freni di un'auto lontana

rompevano il silenzio

e la tiepida luce di qualche finestra

testimoniava appena la presenza dell'uomo.

Pensavo a quelli che erano stati grandi,

mi domandavo sulla ragione delle loro vite,

sulla loro grandezza crocifissa ...


Solo il silenzio si presentava all'appuntamento

e tra le rovine del vecchio Colosseo

l'ombra di un impero si alzava vacillante.


(del libro Pasajero de otoño)

mercoledì 20 gennaio 2021

CONFESIÓN/CONFESSIONE

 de/di Javier Lostalé

(trad. Marcela Filippi)

Escribo porque me salva, porque es lo único que me queda, porque fija un sonido, unas luces, el final de un acto de amor, el escenario de unas horas de deseo. Escribo porque están conmigo los que ya nunca estarán, porque bajo el mar desde la mesa donde apoyo la cuartilla y me quedo quieto en la memoria de un cuerpo, y prolongo unas voces hasta perder la noción del tiempo (días y años juntos, apretados en un instante que me deja sin defensa). Escribo porque al abrir el seno de una palabra encuentro la iluminación última del beso, porque pronuncio a solas mi única verdad: ésa que después desmiento con mi vida. Escribo porque hay un llanto íntimo que me purifica desde que comienzo a hacer signos en el papel, porque poseo las cosas desde su respiración humana y puedo habitar aquello de lo que fui desterrado. Escribo para ser joven y alimentar una esperanza radical, para tener lo que no tengo y escuchar lo que nunca me dijeron. Escribo porque nunca fue más bello el engaño.

Scrivo perché mi salva, perché è l'unica cosa che mi resta, perché fissa un suono, delle luci, il finale di un atto d'amore, lo scenario di qualche ora di desiderio. Scrivo perché sono insieme a me quelli che non ci saranno mai, perché abbasso il mare dal tavolo dove appoggio il foglio e rimango quieto nel ricordo di un corpo, e prolungo alcune voci fino a perdere la cognizione del tempo (giorni e anni insieme, stretti in un istante che mi lascia indifeso). Scrivo perché quando nello schiudere il seno di una parola trovo l'illuminazione ultima del bacio, perché pronuncio da solo la mia unica verità: quella che poi smentisco con la mia vita. Scrivo perché c'è un pianto intimo che mi purifica dal momento in cui comincio a scrivere segni sul foglio, perché faccio mie le cose dal loro respiro umano e posso vivere ciò da cui sono stato esiliato. Scrivo per essere giovane e per nutrire una speranza radicale, per avere ciò che non ho e ascoltare ciò che non mi hanno mai detto. Scrivo perché l'inganno non è mai stato così bello.

                                                                                 (del libro Rosa y tormenta, Ediciones Cálamo 2011)

martedì 19 gennaio 2021

RÍO DE ARENA/FIUME DI SABBIA

 de/di Santos Domínguez Ramos

(trad. Marcela Filippi)

                                                                                                                                   sé muy bien 

                                                                                                           cuántos rostros he olvidado

                                                                                                                                    Ezra Pound


Vengo desde el silencio que silba entre las dunas, 

del rumor de los astros.


Como un tropel urgente, como un murmullo negro, 

en la noche profunda del desierto

una música diáfana baja en las altas horas

desde el silencio opaco

de un sueño de ceniza y un puñado de arena.


Ahora sé que en la noche mi memoria es un río

de arena en la vigilia insomne de los astros,

el enigma insondable que edifica la sombra

y un silencio de aljibe en el sigilo hueco de los pozos 

y en la orilla sin música de las constelaciones.


                                                                                                                               so molto bene

                                                                                                          quanti volti ho dimenticato

                                                                                                                                   Ezra Pound


Vengo dal silenzio che sibila tra le dune,

dal rumore degli astri.


Come una folla pressante, come un mormorio nero,

nella notte profonda del deserto

una musica diafana scende a tarda notte

dal silenzio opaco

da un sogno di cenere e da un pugno di sabbia.


Ora so che di notte la mia memoria è un fiume

di sabbia nella veglia insonne degli astri,

l'insondabile enigma che edifica l'ombra

e un silenzio da cisterna nel segreto vuoto dei pozzi

e sulla riva senza musica delle costellazioni.


(de Regulación del sueño. Premio Poesía Flor de Jara. Diputación de Cáceres 2020)

domenica 10 gennaio 2021

FOTOGRAFÍA/fOTOGRAFIA

 de/di Alfonso Matheus

(trad. Marcela Filippi)



Son mis ojos un espejo  
donde corro a tu encuentro  
Son tus brazos abiertos los que me  
aguardan  

Tus ojos serán un lienzo  
para dibujar nuestras sonrisas  
y conservar el recuerdo de tu voz  
encerrado en una foto  

Ese pasillo se ha encogido con el pasar de  
los años pero sigue allí tu sonrisa y la foto  
como un espejo donde miro  
tus brazos abiertos  

Y de repente advierto que es imposible  
recuperar el pasado y las voces  
cada vez más lejanas  
pero seguiremos allí en la foto  
tú esperándome y yo corriendo  
a nuestro eterno encuentro  


I miei occhi sono uno specchio
dove corro per incontrarti
Sono le tue braccia aperte che
mi aspettano

I tuoi occhi saranno una tela
per disegnare i nostri sorrisi
e conservare il ricordo della tua voce
racchiuso in una foto

Quel corridoio si è ristretto col passare degli anni  
ma sono ancora lì il tuo sorriso e la foto
come uno specchio dove guardo
le tue braccia aperte

E improvvisamente mi accorgo che è impossibile
recuperare il passato e le voci
sempre più distanti
ma saremo sempre lì nella foto
tu che mi aspetti e io che corro
al nostro eterno incontro