domenica 31 marzo 2019

COMO UN PÁJARO OSCURO/COME UN UCCELLO SCURO

(trad. Marcela Filippi)

Hay días vacilantes en que la luz se posa
como un pájaro oscuro
en la rama desnuda del invierno,
sobre el fulgor helado que hay en sus nervaduras.

Ese brillo vacío que viene de años luz
cruzando los planetas, atravesando el hielo,
contiene ya el origen secreto de otra luz
que huye por las acequias
hacia el fruto futuro que ya presiente el aire.


Ci sono giorni vacillanti in cui la luce si posa
come un uccello scuro
sul ramo nudo dell'inverno,
sul bagliore freddo che c’è nelle sue nervature.

Quella luminosità vuota che viene da anni luce
attraversando i pianeti, attraversando il gelo,
già contiene l'origine segreta di un'altra luce
che fugge attraverso i fossi
verso il frutto futuro che l’aria già avverte.


(del libro “El viento sobre el agua”)

sabato 30 marzo 2019

LA NOCHE INDESCIFRABLE /LA NOTTE INDECIFRABILE

(trad. Marcela Filippi)

Paciente luz de otoño por la que vuela el pájaro
y se bifurca un tiempo de centellas
en locución de vértigos y en puertos cenagosos
con noche y con silencio en sus aguas sin luna.

Como sombra en asedio o antorchas en la tarde,
la memoria diluye
las fronteras, los rostros borrosos del crepúsculo,
confunde con los sueños las sístoles de fiebre,
la niebla y la osamenta mineral de los lobos.

Los ríos medulares inundan la borrosa
declinación del día por los despeñaderos
con cieno y con espadas de hielo por las nubes.
La tarde es una mancha amarilla en un muro,
una luz decadente en un jardín de octubre
que cumple la consigna de quién sabe qué nadie.

Porque el tiempo mantiene su prosodia y sus signos
en un caudal de horas de sol o de ventisca,
bajo una luz nublada o sobre el oleaje,
donde crece lo súbito en el aire
y arde la persistencia de la llama
o declina el silencio con sus sílabas negras
la materia banal de la memoria.

Pero no dice nada del péndulo espumoso de las olas,
de la luna emboscada, trémula bajo el mar
distante y cardinal de las mitologías.

En la nave sin rumbo, la noche indescifrable.


Paziente luce d’autunno per mezzo della quale vola l'uccello
e si biforca un tempo di scintille
in locuzione di vertigini e in porti paludosi
con notte e con silenzio nelle sue acque senza luna.

Come ombra in assedio o torce di sera,
la memoria diluisce
le frontiere, i volti sfocati del crepuscolo,
confonde con i sogni le sistole di febbre,
la nebbia e l'ossatura minerale dei lupi.

I fiumi midollari inondano la sfocata
declinazione del giorno lungo i dirupi
con limo e con spade di ghiaccio tra le nuvole.
La sera è una macchia gialla su un muro,
una luce decadente in un giardino di ottobre
che compie il motto di chi sa che nessuno.

Perché il tempo mantiene la sua prosodia e i suoi segni
in un flusso di ore di sole o di bufera,
sotto una luce nebbiosa o nell’ondosità,
dove l'improvviso cresce nell'aria
e arde la persistenza della fiamma
o declina il silenzio con le sue sillabe nere
la banale materia della memoria.

Ma non dice nulla sul pendolo schiumoso delle onde,
della luna imboscata, tremula sotto il mare
distante e cardinale delle mitologie.

Nella nave senza rotta, la notte indecifrabile.

(del libro “El dueño del eclipse”)

BIANCHINA/BLANQUITA

di/de Leonardo Sinisgalli
-Definito il poeta delle due muse, perché coniugava nei suoi versi la cultura umanistica e quella scientifica-
(trad. Marcela Filippi)

Bianchina la slava
seminapulci, la zingara
ha figliato nella legnaia.
Porta i cuccioli appresso
raminga per amore
di libertà. Rifiuta
il latte, ruba
per non mendicare,
ringhia per non farsi
lisciare.

Blanquita la eslava
siembra pulgas, la gitana
ha parido en la leñera.
Lleva a los cachorros con ella
vagabunda por amor
a la libertad. Rechaza
la leche, roba
para no mendigar
gruñe para que no la
acaricien.

(dal libro "Mosche in bottiglia" Mondadori 1975)

HÁBLAME, MUSA.../PARLAMI, MUSA...


Porque no está la luz que invoca la palabra
donde su oscura vocación de nieve.
Como en los cenotafios,
comparece el vacío con signos perentorios
en los irrevocables parajes del residuo,
y el torpe simulacro del recuerdo
en las abreviaturas tenaces de las venas.
Flota en los surgideros donde oficia el secreto
los trámites recónditos del tiempo.

Préstame la materia que desconoce el óxido,
préstame un corazón sereno y transitable,
una ávida lucerna que aliente en lo invisible.

Dame pólvora y viento, musa, dame huracanes
y un látigo de lluvia.
Dame dureza y péndulo, dame el descendimiento
de la palabra, dame
la luna sobre el mar y el barco sobre el sueño,
la raíz que alimenta la virtud del incendio.

Y al fin pueda la mano hallar los manantiales
de luz helada y dura que el olvido ha sellado.


Perché non c'è la luce che invochi la parola
nella sua oscura vocazione di neve.
Come nei cenotafi,
appare il vuoto con segni perentori
negli irrevocabili luoghi del residuo,
e il goffo simulacro del ricordo
nelle tenaci abbreviazioni delle vene.
Galleggia nelle sorgenti dove ufficia il segreto
le procedure recondite del tempo.

Prestami la materia che non conosce l'ossido,
prestami un cuore sereno e transitabile,
un'avida lucerna che rinfranchi nell'invisibile.

Dammi polvere e vento, musa, dammi uragani
e una frusta di pioggia.
Dammi durezza e pendolo, dammi la deposizione
della parola, dammi
la luna sul mare e la nave sul sogno,
la radice che alimenta la virtù dell’incendio.

E alla fine possa la mano trovare le sorgenti
di luce fredda e dura che l'oblio ha sigillato.

(del libro “Nueve de lunas”)

venerdì 29 marzo 2019

LUGAR PARA EL NAUFRAGIO/LUOGO PER IL NAUFRAGIO

de/di Santos Domínguez Ramos
(trad. Marcela Filippi)
Ahora fluye la noche y su estridencia.

Sobre arcillas porosas crecerá transparente
la flor de la tristeza, que deja desolado
el círculo infernal del corazón.
Y vosotros, que estabais, igual que en un conjuro,
sentados en el fondo de la desesperanza,
en la raíz del barro,
en la pura frontera del lugar de la piedra,
sabed que el que buscáis, el que anunciaba el trueno
ya no soy yo. Que aquel que vais buscando
habita en el pasado confuso de la ortiga.
Todo es compás ahora: las ruinas venerables,
la estela despreciable de mi vida,
la noche con centellas, las injuriosas tardes
y su agria luz de otoño, estrecha y baja.
Esta luz que es ahora menos alta
que los sueños del hombre más humilde
y la húmeda aspereza de sus frutos leñosos.
La corriente imparable del crepúsculo
pondrá ante vuestros ojos
la nave del proscrito, su esperanza de incendios,
la tempestad, las mieses, los jacintos.
Una ciencia inferior escrutará en las vísceras
el umbral presuroso de la noche
y su aguijón de frío, su silencio de peces
penetrará con ritmo de diástoles oscuras
bajo las articulaciones del hueso y las palabras.

Ora fluisce la notte e il suo stridore.
Su argille porose crescerà trasparente
il fiore della tristezza, che lascia desolato
il cerchio infernale del cuore.
E voi, che eravate, come in un incantesimo,
seduti in fondo allo sconforto,
nella radice del fango,
nel puro confine del luogo della pietra,
sappiate che chi cercate, colui che annunciava il tuono
non sono più io. Che quello che state cercando
vive nel passato confuso dell'ortica.
Tutto è bussola ora: le venerabili rovine,
la spregevole scia della mia vita,
la notte con scintille, le ingiuriose sere
e la sua aspra luce autunnale, stretta e bassa.
Questa luce che ora è meno alta
dei sogni dell'uomo più umile
e dell’umida asprezza dei suoi frutti legnosi.
La corrente inarrestabile del crepuscolo
metterà davanti ai vostri occhi
la nave del proscritto, la sua speranza d’incendi,
la tempesta, le semine, i giacinti.
Una scienza inferiore scruterà nelle viscere
la precipitosa soglia della notte
e il suo pungiglione di freddo, il suo silenzio di pesci
penetrerà con ritmo di diastole oscure
sotto le articolazioni dell'osso e delle parole.

(del libro "Las sílabas del tiempo")

giovedì 28 marzo 2019

DEL ARIA AL GRITO/DALL’ARIA AL GRIDO

de/di Santos Domínguez Ramos
(trad. Marcela Filippi)
Igual que el aria al grito, que al río la acuarela,
como la cueva al ciervo y al pájaro la red,
nos aguarda el futuro con sus consecutivas
inclemencias, con restos
de naufragios que el mar devuelve y tragan,
crecientes, las mareas.
Como un reptil anfibio,
la sucesión pautada de las olas,
la luz de bajamar, la inercia del molusco
mientras dimite el tiempo y sobran las preguntas.

Come l'aria al grido, e il fiume all'acquerello,
come la grotta al cervo e l'uccello alla rete,
il futuro ci attende con le sue consecutive
inclemenze, con resti
di naufraghi che il mare restituisce e ingoiano,
crescenti, le maree.
Come un rettile anfibio,
la successione diligente delle onde,
la luce della bassa marea, l'inerzia del mollusco
mentre si dimette il tempo e avanzano le domande.


(del libro “El viento sobre el agua”)

martedì 26 marzo 2019

PERSISTENCIA DEL HUMO/PERSISTENZA DEL FUMO

de/di Santos Domínguez Ramos
(trad. Marcela Filippi)
Como en esos billetes de un tren que ya no existe
el azar nos devuelve
el esplendor dorado de otras tardes
para herirnos de pronto
en las páginas viejas de un libro.
Igual que esos billetes que no tienen sentido,
porque el tiempo ha borrado la tinta fragilísima
que un día fijó el apremio preciso de la hora
y su minuto exacto,
también el tiempo borra
tras el humo picante de esos trenes
no sólo los paisajes donde fuimos felices,
difumina la urgencia absurda del trayecto,
caduca en el desvelo de todo lo que muere:
un volcán o una isla,
la tapia de un jardín con madreselvas,
el contorno del tiempo que va desdibujando
la niebla de la tarde,
una niebla de barco remoto en el infierno.
Con el humo se aleja
el módico contorno de esas tardes,
su secreta razón, su indiferencia
lívida y destemplada,
como un amanecer en los suburbios
de la ciudad oscura y sus días laborables.
Somos nuestra memoria en un paisaje
contra un fondo de torres. Eso somos nosotros.
Somos los que se están yendo
y los que ya se han ido.
Y somos más aún: somos lo que olvidamos.
Y ahora sólo nos queda
un estertor de trenes por túneles oscuros
y ya sólo persiste su voluntad de herirnos.

Come su quei biglietti di un treno che non esiste più
il caso ci restituisce
lo splendore dorato di altre sere
per ferirci all'improvviso
nelle vecchie pagine di un libro.
Come quei biglietti che non hanno valore,
perché il tempo ha cancellato il fragilissimo inchiostro
che un giorno aveva fissato la precisa scadenza dell'ora
e il suo minuto esatto,
il tempo cancella anche
dietro il fumo speziato di quei treni
non solo i paesaggi in cui siamo stati felici,
sfuma l'urgenza assurda del tragitto,
caduca nella veglia di tutto ciò che muore:
un vulcano o un'isola,
la recinzione di un giardino con caprifogli,
il contorno del tempo che va sfumando
la nebbia della sera,
una nebbia di nave remota nell'inferno.

Con il fumo si allontana
il modesto contorno di quelle sere,
la sua segreta ragione, la sua indifferenza
livida e spossata,
come uno spuntar del giorno nei sobborghi
della città oscura e dei suoi giorni di lavoro.
Siamo la nostra memoria in un paesaggio
su uno sfondo di torri. Questo siamo noi.
Siamo quelli che se ne stanno andando
e quelli che sono già andati via.
E siamo molto di più: siamo ciò che dimentichiamo.
E ora ci resta soltanto
un rantolo di treni attraverso oscure gallerie
e ormai persiste solo la sua volontà di ferirci.

(del libro “Las sílabas del tiempo”)