de/di Santos Domínguez Ramos
(trad. Marcela Filippi)
No vuelve el corazón, pero la piedra
pone en tus manos cálidas y en tus dos ojos fuertes
las tardes más intensas, las mañanas más claras.
¿De dónde vienes tú, que no preguntas
-nunca más hombre alguno miró tan lentamente-
las noches que limitan nuestra altura?
¿De dónde tú, que en suave curvatura
pisas el corazón de las tinieblas
y sostienes seguro, con tus tres dedos jóvenes,
el valor, la belleza, la dignidad del hombre?
Non torna il cuore, ma la pietra
mette nelle tue calide mani e nei tuoi forti occhi
le sere più intense, le mattine più limpide.
Da dove vieni tu, che non chiedi
-mai più uomo alcuno ha guardato così lentamente-
sulle notti che limitano la nostra altezza?
Da dove tu, che con leggera curvatura
calchi il cuore delle tenebre
e sostieni sicuro, con le tue tre giovani dita,
il valore, la bellezza, la dignità dell'uomo?
(de Pórtico de la memoria. Colección alcazaba, Badajoz, 1993)
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