de/di Alejandro Céspedes
(trad. Marcela Filippi)
CONVIERTE cuanto hago
en una representación que se repite.
Yo soy una armadura vacía que se mueve
con gestos aprendidos.
Desgaja los momentos que sirvieron
para armar el esqueleto de mi vida
y toma las medidas de sus ángulos.
Los pesa en dos platillos divergentes
que cuelgan sobre el fiel de su mirada.
Se encarama al estrado con su toga
y sus labios se mueven sin palabras.
Su voz viene de atrás, desde mi infancia.
Sigue el rumor sobre sus labios mudos,
me apunta con el índice y esa voz me persigue
y cuando ya no puedo soportarlo,
me deja que repose
y me ofrece el vacío de sus brazos.
Pero al cerrar mis ojos, deja caer sus piedras
y escora la balanza en su provecho.
Dirá que está jugando a que no es ciego.
Siempre encuentra la forma de hacer trampas.
Y será inevitable.
Caeré.
Cada noche la misma pesadilla.
MUTA ciò che faccio
in una rappresentazione che si ripete.
Io sono un'armatura vuota che si muove
con gesti imparati.
Strappa i momenti che sono serviti
per modellare lo scheletro della mia vita
e prende le misure dei suoi angoli.
Li pesa su due piatti divergenti
che pendono sull'esattezza del loro sguardo.
Si inerpica sul basamento con la sua tonaca
e le sue labbra si muovono senza parole.
La sua voce viene da dietro, dalla mia infanzia.
Continua il rumore sulle sue labbra mute,
mi punta con l'indice e quella voce mi perseguita
e quando non ne posso più,
mi lascia riposare
e mi offre il vuoto delle sue braccia.
Ma quando chiudo gli occhi, lascia cadere le sue pietre
e fa pendere la bilancia a suo favore.
Dirà che sta giocando a non essere cieco.
Trova sempre il modo di imbrogliare.
E sarà inevitabile.
Cadrò.
Ogni notte lo stesso incubo.
(De "Soy Lolà Jericó". XLII Premio Iberoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez 2022.
Diputación Provincial de Huelva. Servicio de Cultura)
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