de/di Pablo Neruda
(trad. Marcela Filippi)
Ella era bella y era buena.
¡Perdonalá, Señor!
Él era dulce y era triste
¡Perdonaló, Señor!
Se dormía en sus brazos blancos
como una abeja en una flor.
¡Perdonaló, Señor!
Amaba las dulces canciones,
¡ella era una dulce canción!
¡Perdonalá, Señor!
Cuando hablaba era como si alguien
hubiera llorado en su voz.
¡Perdonaló, Señor!
Ella decía: – «Tengo miedo.
Oigo una voz en lo lejano».
¡Perdonalá, Señor!
Él decía: – «Tu pequeñita
mano en mis labios».
¡Perdonaló, Señor!
Miraban juntos las estrellas.
No hablaban de amor.
Cuando moría una mariposa
lloraban los dos.
¡Perdonalós, Señor!
Ella era bella y era buena.
Él era dulce y era triste.
Murieron del mismo dolor.
Perdónalos,
Perdónalos,
¡Perdonalós, Señor!
Lei era bella ed era buona.
Perdonala, Signore!
Lui era dolce ed era triste.
Perdonalo, Signore!
Si addormentava tra le sue bianche braccia
come un'ape su un fiore.
Perdonalo, Signore!
Amava le dolci canzoni,
lei era una dolce canzone!
Perdonala, Signore!
Quando parlava era come se qualcuno
avesse pianto nella sua voce.
Perdonalo, Signore!
Lei diceva: – «Ho paura.
Sento una voce in lontananza.»
Perdonala, Signore!
Lui diceva: – «La tua piccola
mano sulle mie labbra.»
Perdonalo, Signore!
Guardavano insieme le stelle.
Non parlavano d'amore.
Quando moriva una farfalla
piangevano entrambi.
Perdonali, Signore!
Lei era bella ed era buona.
Lui era dolce ed era triste.
Sono morti per lo stesso dolore.
Perdonali,
Perdonali,
Perdonali, Signore!
(Del libro Crepusculario, 1923)
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