lunedì 21 gennaio 2019

ROBERT WALSER BAJO LA NIEVE/ROBERT WALSER SOTTO LA NEVE

de/di Santos Domínguez Ramos
(trad. Marcela Filippi)
La felicidad no es un buen material para el escritor
(R.W.)
Cincuenta y seis. Diciembre. No estaba entre las flores.
La nieve ha ido enterrando
un cuerpo triste. Estaba debajo de un abeto.
Lo vieron unos niños que corrían por el parque.
No estaba entre las flores. El dueño de ese cuerpo
vivía en Herisau. Un frío manicomio
era desde hacía mucho su defensa ante el mundo.
Se bajó de la vida. Se había internado él mismo,
marginado, indigente, y en su desistimiento
nos hacía señales
urgentes con espejos que herían y deslumbraban.
En Berlín había escrito sus textos más hermosos,
puros como el discurso de un loco en un paseo.
Eran páginas lúcidas urdidas lentamente
(las palabras son suyas)
con la calma que tiene la fruta en el manzano.
No quería dejarse empapar por la lluvia
del esfuerzo que obtiene hipocresías pequeñas.
Escritor, mayordomo, caminante en lo oscuro,
cuando escribe se ausenta de sí mismo en un bosque.
Era una de esas noches para salir huyendo:
la Navidad hería al solo y por la tierra
corrían los helados arroyos del recuerdo.
No estaba entre las flores. Yo estaba ya en el mundo
y lo ignoraba todo, como ignora la nieve
sus regiones altísimas de frío y de silencio,
su piadosa misión de enterrar aquel cuerpo.
"La felicità non è un buon materiale per lo scrittore" (R.W.)
Cinquantasei. Dicembre. Non era in mezzo ai fiori.
La neve ha seppellito
un corpo triste. Era sotto un abete.
Lo videro dei bambini che correvano nel parco.
Non era in mezzo ai fiori. Il padrone di quel corpo
viveva a Herisau. Un freddo manicomio
era da molto tempo la sua difesa contro il mondo.
È uscito dalla vita. Si era fatto internare egli stesso,
emarginato, indigente, e nel suo ritiro
ci faceva segnali
urgenti con specchi che ferivano e abbagliavano.
A Berlino aveva scritto i suoi testi più belli,
puri come il discorso di un pazzo durante una passeggiata.
Erano pagine lucide ordite lentamente
(le parole sono sue)
con la calma che ha il frutto sul melo.
Non voleva farsi inzuppare dalla pioggia
dello sforzo che ottiene piccole ipocrisie.
Scrittore, maggiordomo, camminante al buio,
quando scrive si assenta da se stesso in un bosco.
Era una di quelle notti da scappare:
il Natale feriva chi è solo e sulla terra
scorrevano i gelidi fiumi del ricordo.
Non era in mezzo ai fiori. Io ero già al mondo
e ignoravo tutto, così come la neve ignora
le sue altissime regioni di freddo e silenzio,
la sua pietosa missione di seppellire quel corpo.

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