giovedì 2 dicembre 2021

LA EXPEDICIÓN PERDIDA DE FRANKLIN (1845-1848)/LA SPEDIZIONE PERDUTA DI FRANKLIN (1845-1848)

de/di Olalla Castro

(trad. Marcela Filippi)


Cada noche quemamos un puñado de libros 

y acercamos los dedos ateridos

hasta que nuestras yemas

se convierten en luciérnagas.

Nos salva este fulgor en mitad de lo negro,

la luz anaranjada 

que nos devuelve el tacto.

Las palabras, 

como gusanos en su caja de cebo,

se retuercen antes de morir.

Las palabras se vuelven 

siempre impronunciables 

bajo el fuego. 

Pienso en las historias 

que bailan en las llamas;

en nuestra propia historia, 

que no contará nadie.

La lumbre que prendemos 

nos sirve de confín y de trinchera.

Desde este resplandor, 

impedimos el avance del frío.

Y aunque sé cuánto importa

mantener esta hoguera,

llevo a Dickens escondido bajo los paños

con los que oculto las curvas de mis pechos.

Prefiero morir a oscuras que en silencio.


Ogni notte bruciamo una manciata di libri

e avviciniamo le nostre dita congelate

fino a quando le nostre gemme

diventano delle lucciole.

Ci salva questo fulgore a metà del nero,

la luce arancione

che ci restituisce il tatto.

Le parole,

come vermi nella loro scatola di esche,

si torcono prima di morire.

Le parole diventano

sempre impronunciabili

sotto il fuoco.

Penso alle storie

che danzano tra le fiamme;

alla nostra stessa storia,

che nessuno racconterà.

Il lume che accendiamo

ci serve da confine e da trincea.

Da questo bagliore

impediamo l'avanzata del freddo.

E anche se so quanto sia importante

mantenere questo fuoco,

Porto Dickens nascosto sotto i panni

con cui nascondo le curve dei miei seni.

Preferisco morire al buio che in silenzio.


(Del libro BAJO LA LUZ, EL CEPO. XXII Premio Internacional de Poesía  «Antonio Machado En Baeza». Poesía Hiperión, 2018)



Nessun commento:

Posta un commento