de/di José María Jurado García-Posada
(trad. Marcela Filippi)
Día tres
Despierto. Todo es morado. Una gasa azul escindida del
alba más fría me oprime los ojos. Oigo una música extraña.
Con la mirada velada avanzo por la penumbra violácea del
pasillo, de las paredes cuelgan radiografías enmarcadas con
molduras de oro viejo. En el salón hay un cuarteto de cuerda,
los músicos visten libreas de terciopelo malva y tocan
instrumentos pequeños y blancos como ataúdes de niño. Es un
obstinato desacordado y estridente. Reconozco el rostro de
mis antepasados, reconozco el rostro de mis hijas. Abro las
ventanas y me arranco la gasa. Abajo ruge el mar.
Todo es morado
Terzo giorno
Mi sveglio. Tutto è viola. Una garza blu staccata dall'alba
più fredda mi opprime gli occhi. Sento una strana musica.
Con lo sguardo velato avanzo attraverso la penombra violacea del
corridoio, dalle pareti pendono radiografie incorniciate con
modanature in oro vecchio. Nel soggiorno c'è un quartetto d'archi,
I musicisti indossano livree di velluto color malva e suonano
piccoli strumenti bianchi, come bare da bambino. È un
obstinato, scordato e stridente. Riconosco il volto dei
miei antenati, riconosco il volto delle mie figlie. Apro le
finestre e mi strappo la garza. Sotto, il mare ruggisce.
Tutto è viola
(De Cuaresma. Cypress cultura)
Nessun commento:
Posta un commento