de/di José María Jurado-Posada
(trad. Marcela Filippi)
Sumidas en tiniebla, bajo un arco de fuego, transitan las
oscuras suplicantes por las remotas calles del dolor. No hablo
de la niña de los ojos traslúcidos, prima hermana del cedro,
mecida por el sol, sino del coro negro de las madres reales,
con puñales de droga y cárcel en el pecho, con el cáncer cosido
al corazón, que avanzan por la noche bajo un palio extrañísimo
y la cara quemada por la cera. ¿De qué tragedia
griega sepultada en el tiempo ha venido este coro de estatuas
plañideras, de ménades abiertas en canal? Han cambiado el
morado de los viernes de invierno por la túnica oscura de la
pena absoluta, hecha de plásticos rotos, de bolsas de basuras
y sagrados conjuros que tienen que cumplir.
Hasta más no Poder.
Immerse nella tenebra, sotto un arco di fuoco, transitano le
oscure supplicanti lungo le remote vie del dolore. Non parlo
della bambina dagli occhi cristallini, cugina di primo grado del cedro,
cullata dal sole, ma del coro nero delle madri reali,
con i pugnali di droga e carcere nel petto, con il cancro cucito
al cuore, che avanzano di notte sotto un palio stranissimo
e il volto bruciato dalla cera. Da quale tragedia
greca sepolta nel tempo è venuto questo coro di statue
dolenti, di menadi lacerate? Hanno cambiato il
viola dei venerdì d'inverno per la tunica scura della
pena assoluta, fatta di plastica rotta, di sacchi di spazzatura
e sacri scongiuri che devono compiere.
Fino alla Prostrazione.
(De Cuaresma. Ilustraciones Pámpano Vaca. Cypress Cultura, 2020)
Nessun commento:
Posta un commento