di/de Mario Luzi
(Castello di Firenze, 20Ottobre 194 - Firenze, 28 febbraio 2005)
-trad. Marcela Filippi-
E intanto lievemente
le monache -poche e invisibili-
preparano per gli ospiti profani,
e le aprono, un seguito di camere,
le stesse dove vissero
la regola e le vive ispirazioni
di quella plenaria solitudine
esse, e prima di esse
le altre innumerabili
che furono a quel macero
nei lunghi secoli dell'eremo
e gli ospiti serrati nelle celle
sottratte alla clausura si smarriscono
in quella vuota arnia della pura
ed infima pazienza, la riempiono
dei loro instabili pensieri
e gaudi e turbamenti...
Alcune qui si persero,
abbuiarono qui il loro cielo
in minimi puntigli, qui si accesero
alcune d'acrimonie e invidie, alcune
si spartirono in letizia
tra opera e preghiera, qui bruciarono
altre una per una
le scorie dell'infelicità
e temprarono
lo spirito allo spirito, volarono
alto -o il paradiso era già in loro...
così scendono e salgono
dove tutte le storie si confondono
in un effimero ed eternale accumulo
essi, la notte, fino all'alba, in quel profondo ricovero.
Y mientras tanto levemente
las monjas -pocas e invisibles-
preparan para los huéspedes profanos,
y las abren, una ringlera de habitaciones,
las mismas donde vivieron
la regla y las vivas inspiraciones
de aquella plenaria soledad
ellas, y antes que ellas
las otras innumerables
que fueron a esa maceración
en los largos siglos de la ermita
y los huéspedes encerrados en las celdas
sustraídas a la clausura se extravían
en aquella colmena vacía de la pura
e ínfima paciencia, la llenan
de sus inestables pensamientos...
Algunas aquí se extraviaron,
ensombrecieron aquí su cielo
en mínimos puntillos, aquí se encendieron
algunas de acrimonia, y envidia, algunas
se repartieron en leticia
entre trabajo y oración, aquí quemaron
otras
una por una
las escorias de infelicidad
y templaron
el espíritu al espíritu, volaron
alto -o el paraíso ya estaba en ella...
Así bajan y suben
donde todas las historias se confunden
en una efímera y eternal acumulación
ellos, la noche, hasta el alba, en aquel profundo refugio.
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