de/di Carlos Peinado Elliot
(trad. Marcela Filippi)
Madre, si se desploman de tus ojos
los negros iris como almendra amarga,
si traspasado el corazón, tus párpados
se derraman perdidos, si tus cuencas
vacías, tus mejillas
manchan de sangre, el paño, si tu boca
tiembla entreabierta, ausente tras los labios
desiertos, en el blanco donde yerran,
deja tu llanto y tu mirar transidos
en esta carne herida por tus lágrimas.
Madre, se si staccano dai tuoi occhi
i neri iridei come mandorla amara,
se trafitto il cuore, le tue palpebre
si spargono perdute, se le tue orbite
vuote, le tue guance
macchiano di sangue, il panno, se la tua bocca
trema semiaperta, assente dietro le labbra
deserte, nel bianco dove errano,
lascia il tuo pianto e il tuo sguardo affranto
su questa carne ferita dalle tue lacrime.
(De La herrumbre herida. Poesía Devenir)
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