lunedì 1 aprile 2019

EN EL CENTRO DEL BOSQUE/NEL CENTRO DEL BOSCO

de/di Santos Domínguez Ramos
(trad. Marcela Filippi)

I
Stonehenge
Desde el oscuro centro de la piedra
vieron las rotaciones, los planetas,
las estatuas de luz de las constelaciones,
cazadores celestes y cúmulos de Pléyades.
Intuían que sus vidas
eran parte secreta de aquellas rotaciones,
que un hilo oculto unía
su destino a la unánime cadencia de los astros.
Y en el centro del bosque erigieron un círculo,
un anillo de piedras que predecía el eclipse.
II
Círculo de Goseck. 5000 a.C.
Con ojos asombrados, alguien miró una noche
manar sobre el vacío las estrellas sin órbitas.
Alguien buscó esa noche respuesta a sus preguntas.
Ignoraba el hidrógeno, el espejismo de helio,
las lunas de Saturno, los ejes de Hiperión.
Buscaba solamente
la mediación oscura de las sombras.
III
Dólmenes en El Torcal
Como una flecha ardiente, en la cámara fúnebre
entra el rayo primero del solsticio.
Ilumina las losas milenarias, calienta los dinteles
que el plenilunio enfría con su fulgor de plata.
El hombre que ha medido los cielos y las sombras
y piedra sobre piedra ha levantado un canto
al poderoso sol, a la inquietante luna
sale de aquella oscura caverna primordial.

I
Stonehenge
Dal centro scuro della pietra
videro le rotazioni, i pianeti,
le statue di luce delle costellazioni,
cacciatori celesti e ammassi di Pleiadi.
Intuivano che le loro vite
erano parte segreta di quelle rotazioni,
che un filo occulto univa
il loro destino all’unanime cadenza degli astri.
E nel centro del bosco eressero un cerchio,
un anello di pietre che prediceva l'eclissi.
II
Cerchio di Goseck. 5000 a.C.
Con gli occhi stupiti, qualcuno guardò una notte
generarsi nel vuoto le stelle senza orbita.
Qualcuno quella notte cercò risposte alle sue domande.
Ignorava l'idrogeno, il miraggio d'elio,
le lune di Saturno, gli assi di Iperione.
Cercava solamente
la mediazione oscura delle ombre.
III
Dolmen a El Torcal
Come una freccia infuocata, nella camera funeraria
entra il raggio primo del solstizio.
Illumina le lastre millenarie, scalda gli architravi
che il plenilunio raffredda con il suo bagliore d’argento.
L'uomo che ha misurato i cieli e le ombre
e pietra su pietra ha elevato un canto
al portentoso sole, all’inquietante luna
esce da quella oscura caverna primordiale.

(del libro El viento sobre el agua”)

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