de/di Olalla Castro
(trad. Marcela Filippi)
El universo fue desde el principio
una herida expandiéndose.
Crecieron bajo el agua las primeras criaturas
–hijas del choque original;
ajenas, sin embargo, a la caída–.
La vida nació del olvido
y sobre él se construyó despacio,
pez a pez, insecto a insecto,
ave a ave, mamífero a mamífero.
Sólo la tierra conservó, intacta,
la memoria del golpe.
Por eso, a veces, tiembla.
L'universo fu sin dal principio
una ferita in espansione.
Crebbero sotto l'acqua le prime creature
–figlie dell'urto originario;
ignare, tuttavia, della caduta–.
La vita nacque dall'oblio
e su di esso si costruì lentamente,
pesce per pesce, insetto per insetto,
uccello per uccello, mammifero per mammifero.
Soltanto la terra conservò, intatto,
il ricordo dello scontro.
Ecco perché a volte trema.
(Del libro Todas las veces que el mundo se acabó.
II Premio Internacional de Poesía. Ciudad de Estepona. Editorial Pre-Textos, 2022)
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