de/di Zhivka Baltadzhieva
(trad. Marcela Filippi)
Adivinando
he dejado de ver.
Y ahora me despierto
en el ojo
de otro.
Hasta el dedo
que me quita la lágrima encendida
es suyo.
Se quema.
Y arde.
Y tanto me duele
que canto.
Para no sentir.
Indovinando
ho smesso di vedere.
E ora mi sveglio
nell’occhio
di un altro.
Persino il dito
che mi rimuove la lacrima accesa
è suo.
Si brucia.
E arde.
E tanto mi duole
che canto.
Per non sentire
(Del libro Fuga a lo real. Amargord, 2012)
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