martedì 30 ottobre 2018

FRACASO/FALLIMENTO

de Rafael Cadenas
-Falsas maniobras, 1967-
(trad. Marcela Filippi)
Cuanto he tomado por victoria es sólo humo.
Fracaso, lenguaje del fondo, pista de otro espacio más exigente, difícil de entreleer es tu letra.
Cuando ponías tu marca en mi frente, jamás pensé en el mensaje que traías, más precioso que todos los triunfos. Tu llameante rostro me ha perseguido y yo no supe que era para salvarme. Por mi bien me has relegado a los rincones, me negaste fáciles éxitos, me has quitado salidas. Era a mí a quien querías defender no otorgándome brillo. De puro amor por mí has manejado el vacío que tantas noches me ha hecho hablar afiebrado a una ausente. Por protegerme cediste el paso a otros, has hecho que una mujer prefiera a alguien más resuelto, me desplazaste de oficios suicidas.
Tú siempre has venido al quite.
Sí, tu cuerpo llagado, escupido, odioso, me ha recibido en mi más pura forma para entregarme a la nitidez del desierto. Por locura te maldije, te he maltratado, blasfemé contra ti.
Tú no existes. Has sido inventado por la delirante soberbia. ¡Cuánto de debo!
Me levantaste a un nuevo rango, limpiándome con una esponja áspera, lanzándome a mi verdadero campo de batalla, cediéndome las armas que el triunfo abandona. Me has conducido de la mano a la única agua que me refleja. Por ti yo no conozco la angustia de representar un papel, mantenerme a la fuerza en un escalón, trepar con esfuerzos propios, reñir por jerarquías, inflarme hasta reventar. Me has hecho humilde, silencioso y rebelde. Yo no te canto por lo que eres, sino por lo que no me has dejado ser. Por no darme otra vida. Por haberme ceñido.
Me has brindado sólo desnudez.
Cierto que me enseñaste con dureza ¡y tú mismo traías el cauterio!, pero también me diste la alegría de no temerte.
Gracias por quitarme espesor a cambio de una letra gruesa. Gracias a ti que me has privado de hinchazones. Gracias por la riqueza a me has obligado. Gracias por construir con barro mi morada. Gracias por apartarme. Gracias.

Quanto ho preso per vittoria è solo fumo.
Fallimento, linguaggio di sottofondo, varco di uno spazio più esigente, difficile da decifrare è la tua scrittura.
Quando mettevi il tuo marchio sulla mia fronte, non ho mai pensato nel messaggio che portavi, più prezioso di tutti i trionfi. Il tuo fiammeo volto mi ha perseguitato ed io non sapevo allora che fosse per salvarmi. Per il mio bene mi hai lasciato agli angoli, mi hai negato facili successi, mi hai privato delle vie di fuga. Era me che volevi difendere non conferendomi luce. Per puro amore per me hai governato il vuoto che in tante notti mi ha fatto parlare febrilmente a un’assente. Per proteggermi hai ceduto il passo ad altri, hai permesso che una donna preferisse qualcuno più deciso, mi hai distolto da licenze suicide.
Tu sei sempre intervenuto per prestare aiuto.
Sì, il tuo corpo piagato, sputato, odioso, mi ha accolto nella mia forma più pura per consegnarmi all’essenzialità del deserto. Per pazzia ti ho maledetto, ti ho maltrattato, ti ho bestemmiato.
Tu non esisti. Sei stato inventato da una delirante superbia. Quanto ti devo!
Mi hai elevato a un nuovo rango pulendomi con una spugna ruvida, gettandomi al mio vero campo di battaglia, cedendomi le armi che il trionfo abbandona. Mi hai condotto per mano verso l’unica acqua che possa riflettermi. Grazie a te non conosco l’angoscia di recitare un ruolo, di reggermi per forza a un gradino, salire con sforzi propri, litigare per gerarchie, gonfiarmi fino a scoppiare. Mi hai reso umile, silenzioso e ribelle. Non ti canto per ciò che sei, ma per ciò che non mi hai  lasciato essere. Per non darmi un’altra vita. Per avermi tenuto stretto.
Mi hai offerto solo semplicità.
Certamente mi hai educato con durezza, e tu stesso portavi il cauterio! E mi hai anche dato la gioia di non temerti.
Grazie per togliermi volume in cambio di una scrittura piena. Grazie a te mi hai privato di boria. Grazie per la ricchezza a cui mi hai costretto. Grazie per costruire con fango la mia dimora. Grazie per appartarmi. Grazie.



IO SONO CIÓ CHE MANCA/YO SOY LO QUE FALTA

di/de Valerio Magrelli
(trad. Marcela Filippi)
Io sono ciò che manca
dal mondo in cui vivo,
colui che tra tutti
non incontrerò mai.
Ruotando su me stesso ora coincido
con ciò che mi è sottratto.
Io sono la mia eclissi
la contumacia e la malinconia
l’oggetto geometrico
di cui sempre dovrò fare a meno.
Yo soy lo que falta
del mundo en que vivo,
el que entre todos
jamás encontraré.
Girando sobre mí mismo ahora coincido
con lo que me es sustraído.
Yo soy mi eclipse
la contumacia y la melancolía
el objeto geométrico
del que nunca podré prescindir.

lunedì 29 ottobre 2018

HE PARTIDO TU CARA EN MIL PEDAZOS/HO FRANTUMATO LA TUA FACCIA IN MILLE PEZZI

de/di Javier Sánchez Menéndez
(trad. Marcela Filippi)

He partido tu cara en mil pedazos
y he contemplado en el suelo
los trozos de una vida,
                                         un recuerdo.
He tomado en tu ausencia tu letra como sueño
y he navegado atónito
dentro de cualquier río
que atente a tu presencia
cargada de ilusión, junto a unos papeles,
sentado en una silla.


Ho frantumato la tua faccia in mille pezzi
e ho contemplato sul pavimento
i pezzi di una vita,
                                          un ricordo.

Ho preso nella tua assenza la tua parola come sogno  
e ho navigato attonito
in qualsiasi fiume
che minacci la tua presenza
carica di illusioni, accanto ad alcune carte,
seduto su una sedia.








sabato 27 ottobre 2018

JOSEP CARNER

de/di Gabriel Ferrater
(trad. Marcela Filippi)
En lo más alto y más oscuro de la noche, no quiero sentir
el olor de mayo que zumba fuera, y es pequeña
la lámpara con que tengo bastante para alumbrar
las páginas tenues del libro, las poesías de Carner,
que me diste ayer. Hace dos años y cuatro meses
que di este libro a otra chica. Palabras
que leí pensando en ella, y ella leyó
por mí, y son del todo nuevas, ahora
que las leo por ti, pensando en ti.
Palabras que nos han hablado a los tres, y hacen
que nos reunamos. Palabras que quedan,
Mientras nos varían los días y se nos mudan sus sentidos,
ofrecidas para que las volvamos a entender. Como una patria.

Nel più profondo e più oscuro della notte, non voglio sentire
l'odore che ronza fuori, ed è piccola
la lampada con cui ho abbastanza per illuminare
le tenui pagine del libro, le poesie di Carner,
che mi hai dato ieri. E’ da due anni e quattro mesi
che ho dato questo libro a un'altra ragazza. Parole
che ho letto pensando a lei, e che lei ha letto
per me, e sono completamente nuove, ora
che le leggo per te, pensando a te.
Parole che hanno parlato a noi tre, e permettono
che ci riuniamo. Parole che rimangono,
mentre variano i giorni e ci mutano il loro senso,
offerte perché possiamo capirle di nuovo. Come patria.

 

venerdì 26 ottobre 2018

MI DESTINO SUDAMERICANO: EL ÍNTIMO CUCHILLO EN LA GARGANTA/IL MIO DESTINO SUDAMERICANO:L’INTIMO COLTELLO IN GOLA

del Prof. Freddy Castillo Castellanos
(trad. Marcela Filippi)
Al fin me encuentro/con mi destino sudamericano, dijo famosamente el doctor Francisco Laprida, en un célebre poema de Borges.De los numerosos estudios y ensayos que ese poema ha provocado,tengo para mí al de Juan Liscano como el más vivo y entrañable. Una vez, en la costa vasca francesa, nuestro poeta tuvo un sueño que le causó tanta impresión, que decidió transcribirlo de inmediato. Esa semana había recibido de la prestigiosa revista Cahiers de l’Herne, la invitación a colaborar en el número que esa importante publicación francesa le dedicaría a Borges. Cuando intentó iniciar el artículo, no pudo avanzar, y optó entonces por leer de nuevo el Poema conjetural. Al concluir la lectura,tuvo una revelación: su sueño había sido ese poema. Recordó las imágenes de un tal Laprade (no Laprida), francés, que cabalgaba un dromedario con rumbo a una pirámide, probablemente egipcia. Laprade y su cabalgadura caen en una fosa que se convierte en un río crecido. De pronto el sueño cambia de escena y aparece una gran mesa en la que se da un banquete. Los comensales son cuadros. En uno de ellos hay una fosa. Liscano, el soñador, se acerca y mira un medallón en el que está escrito Laprade. Levanta su mirada y le pregunta a un mesonero si allí murió Laprade. El hombre le responde que sí, con la cabeza. Liscano se despierta.
No voy a glosar el magnífico ensayo del autor de Nuevo Mundo Orinoco, sino a decir, simplemente, que el Poema conjetural de Borges, soñado y releído por Liscano, le permitió asociar diversos ejemplos históricos del terrible encuentro entre la cultura y la barbarie. Tampoco voy a referirme a la presencia de Dante en un verso del texto borgeano. Sólo quiero decir que copiaré acá el poema de Borges,porque sigue vivo, resonando duramente en nosotros, venezolanos,frente a nuestro destino:

Poema conjetural
El doctor Francisco Laprida, asesinado el día 22 de setiembre de 1829 por los montoneros de Aldao, piensa antes de morir:
Zumban las balas en la tarde última.
Hay viento y hay cenizas en el viento,
se dispersan el día y la batalla
deforme, y la victoria es de los otros.
Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo, que estudié las leyes y los cánones,
yo, Francisco Narciso de Laprida,
cuya voz declaró la independencia
de estas crueles provincias, derrotado,
de sangre y de sudor manchado el rostro,
sin esperanza ni temor, perdido,
huyo hacia el Sur por arrabales últimos.
Como aquel capitán del Purgatorio
que, huyendo a pie y ensangrentando el llano,
fue cegado y tumbado por la muerte
donde un oscuro río pierde el nombre,
así habré de caer. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
me acecha y me demora. Oigo los cascos
de mi caliente muerte que me busca
con jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo que anhelé ser otro, ser un hombre
de sentencias, de libros, de dictámenes
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano.
A esta ruinosa tarde me llevaba
el laberinto múltiple de pasos
que mis días tejieron desde un día
de la niñez. Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
la suerte de Francisco de Laprida,
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
mi insospechado rostro eterno. El círculo
se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.
Pisan mis pies la sombra de las lanzas
que me buscan. Las befas de mi muerte,
los jinetes, las crines, los caballos,
se ciernen sobre mí... Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta.

“Alla fine mi trovo/col mio destino sudamericano”, disse notoriamente il dottore Francisco Laprida, in un celebre poema di Borges. Dei numerosi studi e saggi che questo poema ha ispirato, tengo per me quello di Juan Liscano, perché è il più acuto e accattivante. Una volta, nella costa basca francese, il nostro poeta fece un sogno che lo impressionò molto e decise di trascriverlo inmediatamente. Quella settimana aveva ricevuto dalla prestigiosa rivista Cahiers de l’Herne, l’invito a collaborare al numero che quell’importante pubblicazione francese avrebbe dedicato a Borges. Quando cercò di iniziare l’articolo, non poté andare avanti, e decise di leggere di nuovo il Poema congetturale. Conclusa la lettura, ebbe una rivelazione: il suo sogno era stato quel poema. Ricordò le immagini di un certo Laprade (non Laprida), francese che cavalcava un dromedario verso una piramide, probabilmente egizia. Laprade e la sua cavalcatura caddero in una fossa che si trasformava in un fiume in piena. All’improvviso il sogno cambiò scena e apparve un grande tavolo, dove si svolgeva un banchetto. I commensali, erano quadri. In uno di questi c’èra una fossa. Liscano, il sognatore, si avvicinò e guardò un medaglione in cui c’era scritto Laprade. Alzò lo sguardo e chiese a un cameriere se lì fosse morto Laprade. L’uomo rispose di sì, con la testa. Liscano si svegliò.
Non glosserò il magnifico saggio dell’autore di Nuovo Mondo Orinoco, ma dirò soltanto che il Poema congetturale di Borges, sognato e riletto da Liscano, gli permise di associare vari esempi storici del terribile incontro tra la cultura e la barbarie. Nemmeno farò riferimento alla presenza di Dante in un verso del testo di Borges. Voglio solo dire che qui copierò il poema di Borges, perché è ancora attuale, e riecheggia in noi, venezuelani, duramente, di fronte al nostro destino:

Poema congetturale
Il dottor Francisco Laprida, assassinato il 22 settembre 1829 dai montoneros di Aldao, pensa prima di morire:
Ronzano le pallottole nella sera ultima.
C'è vento e c'è cenere nel vento,
si disperde il giorno e la battaglia
deforme, e la vittoria è degli altri.
Vincono i barbari, i gauchos vincono.
Io, che ho studiato le leggi e i canoni,
io, Francisco Narciso de Laprida,
la cui voce proclamò l'indipendenza
di queste crudeli province, sconfitto,
di sangue e di sudore macchiato il volto,
senza speranza né timore, perduto,
fuggo a sud verso gli ultimi lembi.
Come quel condottiero del Purgatorio
che, fuggendo a piede e sanguinando il piano;
fu accecato e abbattuto dalla morte
dove un oscuro fiume perde il nome,
così dovrò cadere. Oggi è la fine.
La notte laterale delle paludi
mi accerchia e mi rallenta. Sento lo scalpitio
della mia calda morte che mi cerca
con cavalieri, con armature e con le lance.
Io che anelavo di essere un altro, essere un uomo
di legge, di libri, di giudizio
a cielo aperto giacerò tra paludi;
nondimeno mi divinizza il petto inspiegabile
un giubilo segreto. Alla fine mi trovo
con il mio destino sudamericano.
A questa rovinosa sera mi conduceva
il labirinto multiplo di passi
che i miei giorni tessevano da un dì
dell'infanzia. Alla fine ho scoperto
la recondita chiave dei miei anni,
la sorte di Francisco de Laprida,
la lettera mancante, la perfetta
forma che Dio conosceva fin dal principio.
Nello specchio di questa notte mi perviene
il mio insospettato volto eterno. Il cerchio
si chiuderà. Spero che così sia.
I miei piedi calpestano l’ombra delle lance
che mi cercano. Le beffe della mia morte,
i cavalieri, le criniere, i cavalli,
aleggiano su di me ... Ecco il primo colpo,
ecco il duro ferro che mi squarcia il petto,
l’intimo coltello in gola.

mercoledì 24 ottobre 2018

EL JARDÍN ENTRE LA NIEBLA DE LA MAÑANA/IL GIARDINO NELLA NEBBIA DEL MATTINO

de/di Javier Sánchez Menéndez
(traduz. Marcela Filippi)

El jardín entre la niebla de la mañana
parece algo más que un jardín
porque estás tú
que no eres una sombra,
no emerges de los árboles
ni de los rascacielos.

Il giardino nella nebbia del mattino
sembra più di un giardino
perché ci sei tu 
che non sei un’ombra,
non emergi dagli alberi
né dei grattacieli.

(Del libro También vivir precisa de epitafio. Antología poética -1983/2017- Chamán Ediciones. Albacete 2018)

venerdì 19 ottobre 2018

LA NOCHE EN LA CIUDAD/LA NOTTE NELLA CITTA'

de/di Pablo Guevara-poeta peruano
(trad. Marcela Filippi)
Cuando la noche se precipita en la ciudad,
Ciertas calles profundas restablecen la historia
Cotidiana de los hombres que pasan. Cuerpos que han
Pasado marchitos como hojas, solitarios, algunos parecían
Teas vivas llevadas por el tiempo; otros cruzaban, lentos,
Vegetaciones sólidas mientras el odio, atentamente, los guiaba.
Y cuando un hombre, espejo de milagros,
Distingue la ambición más pura de las calles,
El mundo con algún sitio empieza a hacerse joven.

Quando la notte si precipita nella città,
Alcune strade profonde ripristinano la storia
Ogni giorno degli uomini che passano. Corpi che sono
Passati appassiti come foglie, solitari, alcuni sembravano
Tea vive portate dal tempo; altri attraversarono, lenti,
Vegetazioni solide mentre l'odio, attentamente, li guidava.
E quando un uomo, specchio di miracoli,
Distingue l’ambizione più pura delle strade,
Il mondo da qualche parte inizia a farsi giovane.

giovedì 18 ottobre 2018

JARDÍN JAPONÉS/GIARDINO GIAPPONESE

de/di José Watanabe-poeta peruano
(trad. Marcela Filippi)
La piedra
entre la blanca arena rastrillada
no fue traída por la violenta naturaleza.
Fue escogida por el espíritu
de un hombre callado
y colocada,
no en el centro del jardín,
sino desplazada hacia el Este
también por su espíritu.
No más alta que tu rodilla,
la piedra te pide silencio. Hay tanto ruido
de palabras gesticulantes y arrogantes
que pugnan por representar
sin majestad
las equivocaciones del mundo.
Tú mira la piedra y aprende: ella,
con humildad y discreción,
en la luz flotante de la tarde,
representa
una montaña.

La pietra
tra la bianca sabbia rastrellata
non è stata portata dalla violenta natura.
È stata scelta dallo spirito
di un uomo silenzioso
e collocata,
non nel centro del giardino,
ma posta verso Est
anche per il suo spirito.
Non più alta del tuo ginocchio,
la pietra chiede il silenzio. C'è così tanto rumore
di parole gesticolanti e arroganti
che si ostinano a rappresentare
senza maestà
gli errori del mondo.
Tu guarda la pietra e impara: lei,
con umiltà e discrezione,
nella luce fluttuante della sera,
rappresenta
una montagna.

mercoledì 10 ottobre 2018

¿QUÉ SE AMA CUANDO SE AMA?/COSA SI AMA QUANDO SI AMA?

de/di Gonzalo Rojas
(trad. Marcela Filippi)
¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida
o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué
es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas,
sus volcanes,
o este sol colorado que es mi sangre furiosa
cuando entro en ella hasta las últimas raíces?
¿O todo es un gran juego, Dios mío, y no hay mujer
ni hay hombre sino un solo cuerpo: el tuyo,
repartido en estrellas de hermosura, en partículas fugaces
de eternidad visible?
Me muero en esto, oh Dios, en esta guerra
de ir y venir entre ellas por las calles, de no poder amar
trescientas a la vez, porque estoy condenado siempre a una,
a esa una, a esa única que me diste en el viejo paraíso

Cosa si ama quando si ama, mio Dio: la luce terribile della vita
o la luce della morte? Cosa si cerca, cosa si trova, cos’è questo:
amore? Chi è? La donna con la sua profondità, le sue rose,
i suoi vulcani,
o questo sole rosso che è il mio sangue furioso
quando entro in lei fino alle ultime radici?
O è tutto un gran gioco, mio Dio, e non c'è donna
Non c'è uomo se non un solo corpo: il tuo,
distribuito in stelle di bellezza, in particelle fugaci
di eternità visibile?
Muoio in questo, oh Dio, in questa guerra
di andare e venire tra esse per le strade, di non poter amare
trecento alla volta, perché sono condannato sempre a una,
a quell’una, a quell’unica che mi hai dato nel vecchio paradiso.

LOS QUE MURIERON/QUELLI CHE SONO MORTI

de/di Pablo Guevara
“Retorno a la creatura” -Ed. Vivir sin enterarse”
(trad. Marcela Filippi)
Todavía se desangran
Los cielos todavía se desangran
Los huesos que lucharon siguen en los desiertos
Los hijos se alimentan junto a los padres muertos.
El fondo del dolor multiplicado
La estación del sinsabor, el miedo
Muertos y máquinas despiertos
Sobre la noche ósea.
Solo el dolor sobre la tierra
Las ráfagas de luz no son bastantes
Solo el dolor se escucha y no sabemos
Cuándo destruiremos su reinado.

Sanguinano ancora
I cieli sanguinano ancora
Le ossa che hanno lottato sono ancora nei deserti
I figli si alimentano accanto ai loro genitori morti.
Lo sfondo del dolore si moltiplica
La stagione dei dispiaceri, la paura
Morti e macchine svegli
Sulla notte ossea.
Solo il dolore sulla terra
Le raffiche di luce non sono abbastanza
Solo il dolore si sente e non sappiamo
Quando distruggeremo il suo regno.