venerdì 17 gennaio 2020

HISTORIA NATURAL CONTADA POR CARLOTA/STORIA NATURALE RACCONTATA DA CARLOTTA

de/di Aquiles Nazoa
(trad. Marcela Filippi)

La tara tiene vocación de carreta,
aunque su actual ocupación es la soldadura autógena.
La cerbatana se consume de sufrimiento por el hijo,
pero no lo perdona.

Ciertas maripositas acaban de salir de misa de cinco.
El sapo no se ha acabado de vestir.
Y hay hormigas que andan preguntándose atolondradamente:
-¿Será por aquí? ¿Será por aquí? ¿Será por aquí?

La rana es el corazón del agua.
¿Y quién dice que el alacrán no es un invento bélico de Leonardo?
El cigarrón es fogonero de una locomotora.
Y la libélula duda entre si estudia química o se casa.

La abeja recomienda para la gripe el uso del sweater
y próximamente se le
va a casar una hija que en seguida se pondrá como ella.

Las arañas tienen la mano en la mejilla.
¿Cuántas cosas no caben en ese bolso de señora
que llevan debajo del brazo las gallinas?

Los pichones de paloma en camiseta:
pasaron muy mala noche y piensan si se afeitan o no.
Los pavos se pusieron un saco vacío por la cabeza
y las gallinetas un ajustado vestidito de mangas largas.
(Ay, estamos de luto –dicen-, pero eso no nos impide
que nos siga gustando hablar de la vida ajena.)

Los conejos no cesan de preguntarse qué pasa qué pasa,
ni las lechuzas de tener las manos en el bolsillo.
El hipopótamo se mete en el agua
y al cabo rato sale para que lo toquen a ver si ya está
blandito.

Todas estas locuras
me las dice Carlota,
un morrocoy que para no aburrirse,
se distrae escribiendo sus memorias.
Cada mañana sale por el campo,
como un viejito, a saludar las cosas;
orienta a las hormigas extraviadas,
lee algunas noticias en las hojas
y después de indagar si la lechuza
sigue con las parótidas
y si el gusano medidor ya puede
caminar sin muletas, ve la hora,
lo piensa, lo repiensa, y al fin vuelve
a meterse en su concha.

Tiene allí un libro de Samain y tiene
una mesita coja,
ante la cual, en mangas de camisa,
y con sus anteojitos, se acomoda
y, a la luz de una vela,
de todo lo que ha visto toma nota.
Y algún día, tal vez de aquí a cien años,
saldrá a la luz el libro de Carlota.

Carlota para entonces se habrá muerto
y a otro quizá se atribuirá su obra,
mas cada vez que un niño
se ría de leer tan lindas cosas,
habrá un rumor de mariposas blancas
en el lírico túnel de su concha.


La piccola farfalla ha vocazione di carretta,
sebbene la sua attuale occupazione sia la saldatura autogena.
La mantide religiosa si consuma di sofferenza per il figlio,
ma non lo perdona.

Alcune farfalle hanno appena lasciato la messa delle cinque.
Il rospo non ha finito di vestirsi.
E ci sono formiche che si stanno precipitosamente chiedendo:
- Sarà qui? Sarà qui? Sarà qui?

La rana è il cuore dell'acqua.
E chi dice che lo scorpione non sia un'invenzione bellica di Leonardo?
Il bombo è fochista di una locomotiva.
E la libellula dubita se studiare chimica o sposarsi.

L'ape raccomanda per l’influenza l'uso del maglione
e prossimamente le si sposerà
una figlia, che presto diventerà come lei.

I ragni hanno la mano sulla guancia.
Quante cose non entrano in quella borsa da signora
che portano sotto il braccio le galline?

I piccoli di colombe in maglietta:
hanno avuto una bruttissima notte e pensano se radersi o meno.
I tacchini si sono messi un sacco vuoto sopra la testa
e le gallinelle un vestito attillato di maniche lunghe.
(Oh, siamo in lutto -dicono- ma questo non ci impedisce
che ci piaccia ancora parlare della vita degli altri.)

I conigli non smettono di chiedersi cosa succede cosa succede,
né i gufi di tenere le mani in tasca.
L'ippopotamo entra in acqua
e dopo un po' esce per essere toccato e vedere se è già
morbidino.

Tutte queste follie
me le dice Carlotta.
Una carbonaria per non annoiarsi,
si distrae scrivendo le sue memorie.
Ogni mattina esce in campagna,
come un vecchietto, per salutare le cose;
orienta le formiche smarrite,
legge alcune notizie sulle foglie
e dopo aver indagato se il gufo
ha ancora l’ingrossamento delle parotidi
e se il bruco può già
camminare senza stampelle, guarda l'ora,
ci pensa, ci ripensa, e alla fine
si ritira di nuovo nel suo guscio.

Ha un libro di Samain lì e ha
un tavolino zoppo,
davanti al quale, in maniche di camicia,
e con i suoi occhialini, si accomoda
e, a lume di candela,
di tutto ciò che ha visto prende nota.
E un giorno, forse tra cento anni,
Il libro di Carlota verrà alla luce.

Carlota per allora sarà morta
e ad un altro forse verrà attribuita la sua opera,
ma ogni volta che un bambino
riderà nel leggere cose così belle,
ci sarà una rumore di farfalle bianche
nel lirico tunnel del suo guscio.

giovedì 16 gennaio 2020

ELEGÍA A AQUILES NAZOA/ELEGIA PER ACHILLE NAZOA

de/di Aquiles Nazoa
(trad. Marcela Filippi)
Hoy es mi último día de colegio;
la escuela ha amanecido lloviznando;
la maestra me manda a cortar unas flores;
yo me pongo los guantes del jardín.
Para ir al entierro de mi niñez
vienen algunas hormigas llorando;
abro, para saber cómo se llama esta muchacha,
mi cuaderno de escritura inglesa;
las bonitas letras salen volando hacia las flores.
Entretanto, arrastrándose en el tiempo
se gastan los zapatos de las hojas,
y en la angélica espalda de la tarde
desvanecen su fábula las nubes.
Colores de mi niñez tan delicados.
Recuerdo que en el pecho una casita
me pinté con creyones aquella tarde;
tenía una ventana por la que algunas veces se asomaba mi madre
y una puerta por la que yo salía para irme a la escuela.
Lástima grande que se me haya borrado:
si la tuviera me metería a llorar dentro de ella.

Oggi è il mio ultimo giorno di scuola;
la scuola si è svegliata piovigginando;
la maestra mi manda a tagliare dei fiori;
mi metto i guanti da giardino.
Per andare al funerale della mia infanzia
arrivano alcune formiche piangendo;
apro, per sapere come si chiama questa ragazza,
il mio quaderno di scrittura inglese;
le bellissime lettere escono e volano verso i fiori.
E intanto, trascinandosi nel tempo
si consumano le scarpe delle foglie,
e sull’angelica spalla della sera
le nuvole fanno svanire la loro favola.
Colori della mia infanzia così delicati.
Ricordo che mi sono dipinto con pastelli
una casetta sul petto quella sera;
aveva una finestra dalla quale alcune volte mia madre si affacciava
e una porta attraverso la quale io uscivo per andare a scuola.
Che gran peccato che mi si sia cancellata:
se l'avessi mi ci metterei a pingere dentro.

lunedì 13 gennaio 2020

PENUMBRA DE LA MÚSICA/PENOMBRA DELLA MUSICA

(trad. Marcela Filippi)

Nació, como un conjuro,
del miedo de las noches,
de un ritmo sin palabras que era el del corazón
y el del tiempo asustado de los astros.

Siguen estando aquí, bajo las delicadas
notas de algún piano
o en el viento afinado de una orquesta,
el que encauzó el aliento en un hueso sin tuétano
para imitar la brisa o al animal furioso.

Quien chocaba un guijarro contra la roca dura
o golpeaba a compás un madero con otro
como quien interpreta el corazón del mundo,
el ritmo de los pasos
o el latido constante de la alta luz del día.

Aquí siguen estando,
con sus piedras sonoras o los pies en el suelo,
con su caña armoniosa
o el tambor que era un tronco que convocaba al trueno.

Aquel que una mañana sopló una caracola
como si respirara el mar, como si duplicara
el rítmico jadeo del combate o la cópula,
la emoción de la caza, la angustia en la carrera,
la vibración del viento o el canto de los pájaros.

Nació, como un conjuro,
del pánico ante todo lo que no tiene nombre,
ni cuerpo, ni mirada.

Del terror al sol negro
y a una luna que hunde para siempre en el mar.

Y sigue estando aquí, como está en cada día
la oscura sucesión
de minutos y olvidos que completa la tarde,
la tarea de penumbra que oscuramente somos.

Nacque, come un sortilegio,
dalla paura delle notti,
da un ritmo senza parole che era quello del cuore
e del tempo spaventato degli astri.

Continuano ad essere qui, sotto le delicate
note di un pianoforte
o nel vento armonizzato di un'orchestra,
chi ha incanalato il respiro in un osso senza midollo
per imitare la brezza o l'animale furioso.

Chi lanciava un sasso contro la pietra dura
o batteva a tempo un legno con un altro
come chi interpreta il cuore del mondo,
il ritmo dei passi
o il battito costante dell'alta luce del giorno.

Sono ancora qui,
con le loro pietre sonore o coi piedi per terra,
con la loro canna armoniosa
o col tamburo che era un tronco che convocava il tuono.

Colui che una mattina soffiò una conchiglia
come se respirasse il mare, come se duplicasse
il ritmico affanno del combattimento o della copula,
l’emozione della caccia, l'angoscia nella corsa,
la vibrazione del vento o il canto degli uccelli.

Nacque, come un sortilegio,
dal panico dinnanzi a tutto ciò che non ha nome,
né corpo, né sguardo.

Dal terrore al sole nero
e da una luna che affonda per sempre nel mare.

Ed è ancora qui, com’è in ogni giorno
l’oscura successione
di minuti e oblii che la sera completa,
il dovere di penombra che oscuramente siamo.


(de El viento sobre el agua, XXXVI Premio Hispanoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez)

giovedì 9 gennaio 2020

INRI: (El mar/il mare)

de/di Raúl Zurita
(trad. Marcela Filippi)
INRI es una alegoría que debe leerse en el contexto de la dictadura de Pinochet en Chile. La parte inicial, titulada El mar (Océano Pacífico), es el lugar donde fueron arrojados los disidentes de la dictadura fascista. Los peces y el mar representan su tumba.
Sorprendentes carnadas llueven desde el cielo.
Sorprendentes carnadas sobre el mar. Abajo el mar,
arriba las inusitadas nubes de un día claro. Llueven
sorprendentes carnadas. Hubo un amor que llueve,
hubo un día claro que llueve ahora sobre el mar.
Son sombras, carnadas para peces. Llueve un día
claro, un amor que no alcanzó a decirse. El amor,
ah sí el amor, llueven desde el cielo asombrosas
carnadas sobre la sombra de los peces en el mar.
Caen días claros. Extrañas carnadas pegadas de días
claros, de amores que no alcanzaron a decirles.
El mar, se dice del mar. Se dice de carnadas que
llueven desde el cielo y de días claros pegados a
ellas, se dice de amores inconclusos, de ddíasas claros
e inconclusos que llueven para los peces en el mar.
INRI è un'allegoria che va letta nel contesto della dittatura di Pinochet in Cile. La parte iniziale, intitolata Il mare (oceano Pacifico), è il luogo dove furono lanciati i dissidenti della dittatura fascista. I pesci e il mare rappresentano la loro tomba.
Sorprendenti esche piovono dal cielo.
Sorprendenti esche sul mare. Sotto il mare,
sopra le insolite nuvole di un giorno chiaro. Piovono
sorprendenti esche. Ci fu un amore che piove
ci fu un giorno chiaro che piove ora sul mare.
Sono ombre, esche per pesci. Piove un giorno
chiaro, un amore che non riuscì a pronunciarsi. L’amore,
ah sì l’amore, piovono dal cielo sorprendenti
esche sull'ombra dei pesci nel mare.
Cadono giorni chiari. Strane esche accostate a giorni
chiari, di amori che non sono riusciti a pronunciare.
Il mare, si dice del mare. Si dice di esche che
piovono dal cielo e di giorni chiari ad esse
accostati, si dice di amori incompiuti, di giorni chiari
e incompiuti che piovono per i pesci nel mare.

(Edición Mansalva, 2013)