de/di Basilio Sánchez
(trad. Marcela Filippi)
EL humo
ha ennegrecido las bóvedas,
el tiempo ha dispersado
por los arcos de piedra de las naves
las oraciones de los fieles,
el olor del incienso de las celebraciones.
Hay palomas dormidas en las grietas.
El rocío de la noche ha levantado un árbol
sobre el quicio desnudo de una puerta.
Junto a la sacristía, entre los restos
caídos del retablo,
el halo de una vela alumbra el rostro
de un hombre de rodillas
dibujado en el muro por un pintor anónimo.
El poeta es el hombre arrodillado.
El poeta es el hombre que lo pinta.
Il fumo
ha annerito le volte,
il tempo ha disperso
lungo gli archi di pietra delle navate
le preghiere dei fedeli,
l'odore dell'incenso delle celebrazioni.
Ci sono colombe addormentate nelle fessure.
La rugiada della notte ha elevato un albero
sopra lo stipite spoglio della porta.
Accanto alla sacrestia, tra i resti
caduti dalla pala d'altare,
l'alone di una candela illumina il volto
di un uomo in ginocchio
disegnato sul muro da un pittore anonimo.
Il poeta è l'uomo inginocchiato.
Il poeta è l'uomo che lo dipinge.
(De He heredado un nogal sobre la tumba de los reyes. Loewe Fundación. Colección Visor de Poesía)
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