de/di Santos Domínguez Ramos
(trad. Marcela Filippi)
Tiene una luz secreta la tarde de septiembre,
una luz vertical de tormenta o de fiebre,
anterior al relámpago,
anterior a las horas maduras del otoño.
Como un ángel caído, cae el silencio en los montes
y en las bestias que ocultan su pánico en las sombras.
Con lentitud construye
su callada cadencia indiferente,
la vigilia de todos sus sentidos.
También su corazón se acelera flotando
en lo oscuro, en lo hondo, en lo que más se teme,
en las islas extrañas
con brújulas que laten mientras buscan el norte.
Siembra sombra de luz
en la dudosa escala de los pájaros,
balbucea la tarde
su paciente versión de incendios incoativos
que siembran sombra y luz creciente hacia el silencio.
Ha una luce segreta la sera di settembre,
una luce verticale di tormenta o di febbre,
anteriore al fulmine,
anteriore alle ore mature dell'autunno.
Come un angelo caduto, cade il silenzio sui monti
e sulle bestie che occultano il loro panico nell'ombra.
Con lentezza costruisce
la sua silenziosa cadenza indifferente,
la veglia di tutti i tuoi sensi.
Anche il suo cuore accelera fluttuando
nel buio, nel profondo, in ciò che più si teme,
nelle strane isole
con bussole che sussultano mentre cercano il nord.
Semina ombra la luce
nella dubbiosa scala degli uccelli,
balbetta la sera
la sua paziente versione di incendi incoativi
che seminano ombra e luce crescente verso il silenzio.
(de El dueño del eclipse, Algaida Poesía, Sevilla 2014)